Hoy vamos a tener Santa Cena. Jesús mismo nos pidió que lo hiciéramos, y sirve para recordar la obra de nuestro Señor en la cruz.
Hablando en términos militares, un soldado con valentía, pero sin entrenamiento, es un objetivo fácil para un enemigo entrenado. Y haciendo una analogía podemos decir que es igualmente cierto que un creyente entusiasta sin entrenamiento es una presa fácil para el diablo.
¿Cómo puede una iglesia que solo está manteniendo su cabeza a flote recibir entrenamiento para impactar una cultura en depravación? Esto es una triste realidad – la iglesia está absorbiendo más oscuridad del mundo de lo que está alumbrando al mundo con su luz. La falta de poder e influencia en la Iglesia ha disminuido a niveles desastrosos. Y si esta tendencia continua por más tiempo, la Nación se perderá para siempre. Lo que desconcierta es que estamos perdiendo esta guerra espiritual por las razones equivocadas.
Como Iglesia, tenemos el mejor mensaje, tenemos el mejor libro y tenemos el mayor poder. Pero no es así como nos vemos. En el mejor de los casos, el cristianismo es descartado como una reliquia y, en el peor, como un virus que debe ser erradicado.
El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable. Pr. 28:9
Este versículo nos muestra que Dios NO escucha las oraciones de todos. Este es un planteamiento drástico, hay dos citas que lo confirman:
Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. Sal. 66:18
El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído. Pr. 21:13
El silencio que “mata” se da cuando Dios no quiere o no puede escucharte.
Hoy vamos a tener Santa Cena. Jesús mismo nos pidió que lo hiciéramos, y sirve para recordar la obra de nuestro Señor en la cruz.
El Nuevo Pacto fue instituido por el Señor inmediatamente antes de Su muerte en Jerusalén. Fue hecho con los doce apóstoles, quienes representaban a la Casa de Israel y la Casa de Judá, según la carne, pero eran el fundamento de la Iglesia del Nuevo Pacto, siendo los doce apóstoles del Cordero.
El ciclo del Pacto; ciertamente se completa en relación a la nación elegida, en la primera venida del Señor Jesucristo.
La nación escogida de Israel era una nación "a la que pertenece la adopción, la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el servicio de Dios y las promesas; de quién son los padres y de quién en cuanto a la carne vino Cristo, el cual es sobre todos, Dios bendito por los siglos”.
La trágica historia de la nación muestra repetidos fracasos y juicios a pesar de la gracia del pacto de Dios para el pueblo de Su elección. El Señor, nacido de una virgen, como la simiente de la mujer, la simiente de Abraham, Isaac, Jacob y de la casa de David. Vino para traerles la redención del pecado a ellos, así como a todas las demás naciones. Vino a revelarles a Dios el Padre. Él vino como el cumplimiento y el cumplidor de todas las promesas de pacto dadas a sus padres.
¿Quiere descubrir cómo y por qué Dios otorga poder para hacer cosas poderosas y prodigios?
El ser humano ha sido capaz de crear avances tecnológicos alucinantes. Ahora podemos hacer en un instante lo que antes tomó décadas, PERO nunca encontraremos un atajo al poder sobrenatural.
La obra del Espíritu Santo nunca cambia. Su proceso de tomar materia prima y hacer un conducto vivo y respirable de Su poder nunca ha cambiado.
¿Todavía anhela ser usado y quiere poder real? Entonces proceda con precaución.
La razón de nuestra falta de poder y milagros es clara. Simplemente no estamos dispuestos a pagar el precio. Si está dispuesto, el Espíritu Santo lo guiará a través del proceso hacia el poder.