“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Ro. 12:2
Una mente transformada es mucho más que la capacidad de dar una respuesta bíblica ante una determinada situación. Si no tenemos amor por aquello que Dios ama, el conocimiento acerca de Dios se hace vano, la teología sin amor es una lata que suena desafinada y molesta.
Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él. Si lo prueba, puede verlo con mayor claridad. Sal. 34:8
¿Es Dios realmente bueno o no lo es?
Si le permitimos a nuestra imaginación crear nuestra propia imagen del Señor, no podríamos alcanzar ningún objetivo. Porque entonces podríamos crear uno más de esos dioses de yeso, madera o piedra que también han sido creados por iniciativa humana. Inventar en nuestra mente una imagen suya o construirla con nuestras propias manos sería incurrir en una similitud vana y a la vez destructiva.
... si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? 2 Co. 3:7-8
Esta cita nos muestra que los israelitas no podían ver el rostro de Moisés a causa de la gloria que se había posado sobre él.
Luego Pablo afirma en 2 Co. 3:14 ...
Dios ha dado instrucciones específicas acerca del enfoque de vida que debemos tener así como de los resultados que espera que nosotros consigamos. Por ello, debemos vivir conscientes del tipo de impacto que debemos hacer aún antes de verlo con nuestros propios ojos.
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. 4 Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti. Is. 60:1-5