Las personas que tienen amistades prolongadas y profundas pueden ser introvertidas, extrovertidas, acogedoras, etc. pero la característica que siempre van a tener en común es transparencia, la cual permite ver que hay en sus corazones. La 2da. regla para profundizar tu amistad: Ser transparente.
Aquellos quienes son transparentes siempre están en posición para tener relaciones significativas.
Las personas que son profundamente amadas, consideran a personas como la fuente básica de felicidad. Sus compañeros son muy importantes, no importa cuán ocupadas estén sus agendas, han desarrollado un estilo de vida y forma de usar su tiempo que les permite tener relaciones profundas.
Personas solitarias con frecuencia, lamentan su falta de compañeros cercanos, pero ellos realmente ponen poco énfasis en cultivar amistades. Muchos están tan ocupados ganando dinero, o adquiriendo títulos o construyendo sus hobbies, que no tienen tiempo para dejar que crezca el amor. La regla número uno para profundizar tu amistad es: Asigna la máxima prioridad a tus relaciones.
1 Cor. 13:8 “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará”. En otras palabras, el amor verdadero NUNCA muere. Jesús es el modelo para aprender a amar. Tratemos de entender los principios y las técnicas que Jesús demostró en cada uno de sus encuentros con las personas. El amor es un fenómeno constructor de puentes, con alcance trans-cultural. Todos los seres humanos, anhelamos amar y ser amados.
El terreno para el aprendizaje para todo tipo de relaciones es la amistad. Si aprendemos a hacer amigos, también vamos a ser buenos atrayendo al sexo opuesto, edificando equipos eficientes en el trabajo, en llevarnos bien con nuestros padres, criando a nuestros hijos.
La oración no solo es nuestra arma a través de la cual trabaja el Espíritu Santo, sino que a la vez es como un paraguas protector y un medio para la sanidad.
La oración para los cristianos debería ser su estilo de vida. El Pablo nos dice en 1 Ts. 5:17 “Orad sin cesar. Pablo escribía a las iglesias declarando su oración por ellos.1 Ts. 3:10 “orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe?