Mt. 16:15-16 “Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” La confesión de Pedro de que Jesús era el Cristo, proporciono a Jesús la prueba que finalmente las luces estaban encendidas cuando menos en uno de sus discípulos. Históricamente, todos ellos creían en el evangelio del Reino. Como todos los judíos buenos, ellos estaban esperando la llegada del Mesías que sería su Rey. Sus creencias acerca de la venida del Mesías, estaban incrustadas en su identidad, teología y estilo de vida...
Mt. 16:21 “Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.” Note que dice “desde entonces”, ¿desde cuándo? Desde el día cuando Jesús le dio a Pedro y a los discípulos las llaves del Reino.
Jesús usó 15 capítulos del evangelio de Mateo enseñándoles como conducir el auto y en el capítulo 16, EL les confía las llaves del auto. A partir del cap. 16 hasta el cap. 28, Jesús edifico sobre el fundamento del Reino que EL había puesto en los primeros 15 capítulos...
Nunca olvides que la revelación te lleva a la transformación.
Jesús nos revelo que le complace al Padre darnos el Reino. Lc. 12:32 “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.” Este versículo me hace conocer la voluntad de Dios para mi vida, familia e Iglesia. Su plan es darnos el Reino.
Sin la presencia diaria de Dios y nuestra rendición a su voluntad, podemos fácilmente volver a caer en una vida superficial. Son tantas las personas cuyas vidas una vez fueron usadas con grandeza por Dios, pero de alguna manera terminaron en ruinas debido al orgullo, la presunción, el egoísmo, la codicia o la lujuria.
1 Jn. 2:16 “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.”
Alguna vez te has preguntado ¿cual es la voluntad de Dios para tu vida?. Si pudieras conocer su voluntad, ¿harías tu mejor esfuerzo para cumplirla sin importar el costo que ello demande? ¿Dejarías de lado tu voluntad y anhelos, para hacer la voluntad de Dios? Y ¿qué si Dios te ha mostrado su voluntad para tu familia, ciudad y País; te unirías a su plan completamente o solo parcialmente?
Si nunca te hiciste este tipo de preguntas, es posible que nunca te hubiera interesado conocer cual es la voluntad de Dios para tu vida, por ello nunca buscaste conocer esa voluntad. Y eso seria realmente algo muy triste. Porque cada Hijo de Dios es redimido con un propósito...