Cada don, cada talento, cada habilidad que Dios te ha dado es una oportunidad.Dios tiene preparada para ti una oportunidad, no es una oportunidad ordinaria ni corriente; se trata de una oportunidad divina. Establecida por Dios mismo y ofertada a ti por el solo hecho que tú eres su hijo y que ÉL te ama. Hoy día,
Dios quiere que tú sepas que ÉL te está dando una oportunidad para crecer, para aumentar y para incrementar.Incremento en tu fe, en tus finanzas, en tu sabiduría y en tu salud. Incremento en cada área de tu vida. Porque este es el deseo de Dios para sus hijos, que haya incremento, que vivamos en crecimiento permanente en nuestras vidas.
Nuestro Dios es un Dios al que le gusta que sus hijos progresemos en todas las áreas de la vida.
Es una bendición que nos reunamos para adorar a Dios, cantar sus maravillas, y servirle desde lo más profundo de nuestro ser. Es posible que tengamos ciertas reuniones que no queremos que terminen, pero, tenemos que estar conscientes que nosotros no vivimos en reuniones. Esto es algo que les sucedió también a Pedro, Juan y Jacobo allí en el monte de la transfiguración.
Lc. 9:29-35 “…Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía. Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado;
Es una bendición que nos reunamos para adorar a Dios, cantar sus maravillas, y servirle desde lo más profundo de nuestro ser. Es posible que tengamos ciertas reuniones que no queremos que terminen, pero, tenemos que estar conscientes que nosotros no vivimos en reuniones. Esto es algo que les sucedió también a Pedro, Juan y Jacobo allí en el monte de la transfiguración.
Lc. 9:29-35 “…Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía. Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado;