Resumen Parte 1. Ver la importancia de la hora en que vivimos y el llamado igualmente trascendente. Estar consciente de la aparente contradicción de lo expresado por el profeta Isaías en el cap. 60. Esa paradoja con luz y oscuridad en la tierra. Es importante mencionar, que no hay guerra entre la luz y la oscuridad. Cuando se enciende una luz, la oscuridad se va automáticamente. No hay lucha. La luz es eso, es completamente superior.

“Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga…” Salmo 67

Este  salmo revela el efecto del toque de Dios en nuestras vidas y el impacto que tiene en las naciones del mundo. Es importante analizar este mensaje profético.

Comienza con una oración pidiendo misericordia, bendición y que Dios manifieste su favor sobre nosotros. Al hacer esta petición, deja establecido que no quiere la bendición de Dios  aparte  de la presencia de Dios sobre nosotros.

No orar por una vida llena de bendiciones es absolutamente tonto y egoísta. La principal revelación de Jesús a la gente fue que Dios es nuestro Padre. Cuando las personas no ven que somos bendecidos, asumimos que, en cambio, sabrán cómo es Dios a través de nuestras prédicas, las que rara vez se toman el tiempo de escuchar.

El salmista declara luego que a través de la bendición, el camino de Dios sería conocido en la tierra. La gran revelación que se dará a conocer en los últimos días es la revelación de Su naturaleza. La gente realmente ignora cómo es Él. Además de nuestras predicas, nuestras vidas deben llevar el mensaje de quién es Él. Llevar las bendiciones, los dones de Dios en nuestras vidas, revela la naturaleza de Aquel que nos dio los dones en primer lugar. ¡Las bendiciones predican! Tienen voz propia.

La conclusión de estos dos versículos asombra: “la salvación de las naciones”. ¿No es esto lo que decimos que anhelamos? Es aquí donde la Palabra de Dios nos dice cómo. En el ADN de la bendición del Señor sobre la vida de una persona está contenida la invitación a llegar a conocer la Fuente de la bendición y encontrar la salvación. Su bondad realmente lleva al arrepentimiento. Le debemos a las personas un encuentro con Dios; para ser llenos del Espíritu. Y les debemos una visión de la vida bendita, para que  vean la mano de un Padre amoroso en nuestras vidas.

Los siguientes dos versículos del Salmo 67 son un llamado a la gente de las naciones para que se  conviertan en adoradores. No hay nada más grande, porque siempre nos volvemos como lo que adoramos. Adoramos a Dios por Su valor, pero se vuelve de naturaleza transformadora debido a nuestra exposición a SU gloria.

El versículo 2 contiene la posibilidad de que la salvación visite a las naciones, y los versículos 3 y 4 muestran a las naciones sirviendo a Dios. Este cambio es lo que alegra a las naciones, dándoles al fin justicia. Dios es el juez, su juicio no debe ser temido. Su juicio es parte de por qué tienen tanto gozo. El juicio es bueno porque siempre justifica, defiende, exculpa a alguien. Cuando le pertenecemos a Él, la sangre de Jesús nos cubre. El Padre nos ve en Su Hijo. 

El juicio está dirigido a cualquier cosa que intente influirnos erróneamente y desafiar nuestro lugar en Cristo. Está dirigido contra las fuerzas espirituales de maldad. El infierno fue designado como un lugar de tormento eterno para los poderes de las tinieblas. Este es un juicio en el que todos nos regocijaremos. También es bueno notar que los juicios de Dios afectarán a naciones enteras para bien.

En los siguientes versículos se encuentra nuevamente al pueblo de Dios dándole alabanza. Pero  hay algo más que ha estado esperando suceder toda nuestra vida. La tierra coopera y nos aumentan los rendimientos, sus frutos.

La tierra no está desgastada y sin recursos, como el enemigo quiere hacernos creer. Dios ha guardado lo mejor para el final. La creación ha estado esperando que surja una generación que pueda manejar bien la bendición, y con ella traer las naciones a Él como SU herencia. A esta generación da la tierra su fruto. Hay más reservas en el suelo de las que jamás se han sacado. Nos daremos cuenta de esto en los días venideros. 

Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;  porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; Ro. 8:19-22

Debe haber una generación que sepa quiénes son, por qué están aquí y qué deben hacer. Esto es realeza en su máxima expresión, porque este conocimiento no es una herramienta para construir imperios personales. Es una herramienta para atraer los imperios del hombre hacia Dios mismo. La Biblia dice que esto sucederá.

El Salmo 67 termina con una declaración de fe: Dios nos bendecirá, y todos los confines de la tierra le temerán. 

Pr. Rafael Vargas