La reina de Saba viajó una distancia increíble para ver y oír la sabiduría de Salomón. Ella fue esperando ser impresionada y se regresó reconociendo que ni siquiera le había sido dicha la mitad de lo que era el esplendor de la sabiduría de Salomón. Ella llegó a la conclusión que un sirviente en la casa de Salomón estaba mejor que un rey en otro lugar. Ese es un asombroso resumen de lo que vio, oyó, y experimentó.
La reina llevó a Salomón sus preguntas más difíciles. Es para imaginar que sus preguntas tenían que ver con la creación, el propósito de la vida y cómo deberían funcionar las cosas en el diseño de Dios. Es seguro que también había preguntas personales en su corazón que nunca pasarían por nuestras mentes. Sin embargo, Salomón respondió a cada una con tanta facilidad y gracia que ella se quedó sorprendida, también impresionada por la vida que lo rodeaba
Es interesante ver lo que se destacó para esta reina como cosas que revelaron el gran genio creativo de Salomón, puesto que así se mostraba su sabiduría.
“Y Salomón le contestó todas sus preguntas, y nada hubo que el rey no le contestase. Y cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, asimismo la comida de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado y los vestidos de los que le servían, sus maestresalas, y sus holocaustos que ofrecía en la casa de Jehová, se quedó asombrada. Y dijo al rey: Verdad es lo que oí en mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría; pero yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han visto que ni aun se me dijo la mitad; es mayor tu sabiduría y bien, que la fama que yo había oído. Bienaventurados tus hombres, dichosos estos tus siervos, que están continuamente delante de ti, y oyen tu sabiduría. Jehová tu Dios sea bendito, que se agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado siempre a Israel, te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia”. 1 R. 10:3-9
Este es un pasaje importante con relación a la creatividad y la belleza. Note estas cosas que menciona que llamaron la atención de la reina, además de las brillantes respuestas de Salomón. Vio sabiduría en su casa, la comida en su mesa, el asiento de sus sirvientes, el servicio de sus camareros y sus ropas, sus coperos y la entrada por la que subía a la casa del Señor. Si esta lista no estuviera en la Biblia, dudo que muchos de nosotros hubiéramos elegido esas cosas como elementos que le hablen a una reina acerca de la naturaleza y la belleza de Dios. Y sin embargo lo hicieron.
Las cosas que podríamos considerar profundas no estaban en la lista, no se incluyeron en la lista que Dios consideró importante cuando Inspiró la redacción de las Escrituras. En cambio, tenemos una casa, comida, servicio, ropa, una degustación de comida, una cata de bebida y unas escaleras que se usan para probar la sabiduría de Dios.
¿Por qué esto es tan impresionante?
Porque estas son las partes mundanas de la vida. Si Dios hubiera incluido en la lista las respuestas profundas de Salomón a los problemas más desafiantes de la vida, la mayoría de nosotros nos hubiéramos descalificado del rol de transformar ciudades y naciones porque pensaríamos que nuestro rol en la vida no es lo suficientemente grande.
Aparentemente, hay otra forma de transformación en la que sólo la sabiduría puede ver. Este es el lenguaje de la sabiduría que el mundo puede escuchar y medir. Ésta es la gran sorpresa: que lo mundano, tocado por la sabiduría, pueda convertirse en una herramienta evangelística.
Imagínese ser un carpintero que se dedica a una vida de excelencia en todo lo que pone en sus manos. Debido a esto su reputación aumenta, hasta que un día alguien que representa al rey le contacta y le pide que construya escaleras desde la casa del rey hasta la casa de Dios. Y descubre que este rey tiene buen ojo para el diseño. Le muestra lo que tiene en mente y es realmente hermoso. Recibe la invitación a construir a cargo del rey como un regalo de Dios, quien le ha honrado ante la realeza por su compromiso de representarlo en la calidad de sus obras. Luego imagine que una vez terminado el proyecto, escucha más buenas noticias: una reina de otro país vio las escaleras que construiste y se convenció del amor de Dios por la gente. ¿Quién hubiera pensado que las escaleras podrían profetizar del amor de Dios? Esto es más que asombroso.
Imagínese ser un copero del rey. Obviamente toma su trabajo en serio, ya que la vida del rey está en sus manos. Imagínese descubrir que la reina de Saba estaba convencida del Dios de Israel por la forma en que abordaba su trabajo con integridad, excelencia y creatividad. El mismo hecho de que su trabajo fuera como para el Señor trajo la presencia de Dios a la situación de una manera que la conmovió profundamente.
Me pregunto cómo sería tener la tarea de averiguar dónde y cómo deberían sentarse todos en una comida con el rey. Esta es su tarea. La excelencia en ti te ha dado un ojo para los detalles que otros pierden. Debido a que es para el rey, piensa más en la ubicación de los invitados, el diseño de la mesa y sus cubiertos. ¿Cómo se sentiría cuando supiera más tarde que su elección de asientos y mesas le habló a una reina sobre lo hermosa que es la sabiduría y está llena de un orden que revela la naturaleza de Dios?
Historias como esta, se repiten innumerables veces al día en comunidades construidas sobre la base de la sabiduría. El diseño de Dios para la vida es maravilloso, victorioso y próspero para todos. Y en SU diseño, todos tienen un lugar para triunfar y prosperar. Ésta es la belleza de la sabiduría. Se siente en el corazón, se verifica en la vida de quienes reinan en la vida y se manifiesta en la belleza que envuelve todo lo que tocan. La verdadera belleza es poderosa. Ayudó a capturar el corazón de una reina del sur, una que no estaba entrenada en los caminos de Dios ... hasta que conoció la sabiduría. Este es el poder de la belleza.
Pr. Rafael Vargas