Hoy vamos a hablar brevemente de un tercer personaje con características de líder/servidor y esta vez nos vamos a referir a una dama. Su nombre es Ester.

Ester, fue una mujer que ganó su posición como reina debido a su belleza,  ella pudo participar crucialmente en la salvación del exterminio del pueblo de Dios. No creo que haya ninguna duda de que la belleza de Ester no era sólo una belleza exterior. Su rey tuvo acceso a las mujeres más bellas de la tierra. Para destacarse entre esa multitud de bellezas, Ester habría necesitado la combinación invaluable de belleza y gracia. Ésta es la verdadera belleza, es la que se lleva tanto por dentro y así como por fuera.

Es interesante ver a héroes bíblicos usar lo que algunos podrían considerar activos "carnales" para el beneficio del reino. Tenemos otro ejemplo cuando vemos que el apóstol Pablo usó su ciudadanía romana para hacer avanzar el reino.  

 “... Pero Pablo les dijo: Después de azotarnos públicamente sin sentencia judicial, siendo ciudadanos romanos, nos echaron en la cárcel, ¿y ahora nos echan encubiertamente? No, por cierto, sino vengan ellos mismos a sacarnos. Y los alguaciles hicieron saber estas palabras a los magistrados, los cuales tuvieron miedo al oír que eran romano…” Hechos 16:35-40 

Hay otra situación donde Pablo hace algo similar:

 “... Pero cuando le ataron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba presente: ¿Os es lícito azotar a un ciudadano romano sin haber sido condenado? Cuando el centurión oyó esto, fue y dio aviso al tribuno, diciendo: ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano romano. Vino el tribuno y le dijo: Dime, ¿eres tú ciudadano romano? El dijo: Sí. Respondió el tribuno: Yo con una gran suma adquirí esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Pero yo lo soy de nacimiento. Así que, luego se apartaron de él los que le iban a dar tormento; y aun el tribuno, al saber que era ciudadano romano, también tuvo temor por haberle atado”.  Hechos 22:23-29 

Pablo, era un hombre de incomparable sabiduría y perspicacia espiritual; sin embargo, eran sus derechos como ciudadano romano los que le resultaban más útiles en varias situaciones. Usar herramientas naturales no deja de ser espiritual. De alguna manera, ilustra más la espiritualidad, ya que calza los dos reinos en los que se nos ha dado para vivir: el natural y el sobrenatural. Es Dios quien fusiona los dos en una poderosa herramienta de transformación.

A Ester se le pidió que usara el favor que se le había otorgado debido a su belleza y, gracias a su belleza y su favor, pudo preservar al pueblo de Dios de las intenciones de Amán. 

Su tío, Mardoqueo, era justo lo que necesitaba para inspirar valor en ella, pero también para darle consejos y sabiduría para aprovechar bien su momento.

Mardoqueo hace una de las grandes declaraciones de la Biblia como consejo a esta reina: 

 “Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?” Ester 4:13-14 

 La respuesta de Ester fue: 

“Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca”. Esther 4:16

Estos dos comentarios han pasado a la historia como respuestas profundas al desafío de cumplir con nuestro propósito.

También necesitamos coraje y valentía para ministrar dentro de los sistemas de este mundo, pero nuestro coraje debe estar unido con sabiduría si queremos tener impacto total en el momento que Dios ha creado para nosotros.

Ni José, ni Daniel ni Ester estaban a cargo de una nación. La gran lección de estas tres vidas es que no necesitamos dirigir corporaciones, naciones u otras organizaciones para ver la influencia del reino en esos entornos. Con frecuencia, pensamos que es necesario convertirse en el líder para tener influencia, y hacemos que alcanzar una posición de liderazgo sea nuestro objetivo. Pienso que ha sido esta pasión por el control en nosotros lo que ha levantado las defensas de los líderes actuales de estos reinos. Sin embargo, estos tres “influencers” que acabamos de ver sobresalieron en influencia porque sirvieron bien y funcionaron en sus roles de dirección y liderazgo con integridad.

El reino de Dios realmente es como levadura. Cuando lo introducimos en un ambiente como creyentes que saben cómo servir bien, Dios demuestra su efectividad para traer transformación.

El mundo no puede cambiar a un hijo de Dios plantado firmemente en el Reino de nuestro Padre Celestial. Ha de ser el mundo el que se transforme ante el decidido compromiso, entrega y servicio de un verdadero hijo de Dios.

Pr. Rafael Vargas