¿Qué está pasando con la humanidad? ¿Qué está pasando con nuestro País? Casi a diario escuchamos de injusticias a diestra y siniestra, denuncias de sobreprecios, …... La moralidad de la sociedad ha tocado fondo.

¿No debería intervenir Dios? De alguna manera, ÉL lo está haciendo, pero de una manera que nadie pensó que ÉL lo haría. Dios nos ama. Y está en la batalla para salvar está nación. Bolivia es de Cristo.

La cuestión hoy día es si nos vamos a poner en el plano de víctimas, indiferentes, o salvadores. Por ello la pregunta que nos debemos hacer es ¿Estoy listo(a) para entender cuál es el papel que me toca ejecutar en este tiempo?  Salvar una nación en nuestra condición no puede ser indoloro ni cómodo. El tipo de despertar moral que Dios nos prescribe debe ser  glorioso.

Tomemos el capítulo 5 de Hechos como modelo. Por un lado, Dios está usando la sombra de Pedro para sanar a miles en las calles. Por otro lado, Dios está matando gente en la iglesia (Ananías y Safira). El día del Señor es oscuridad y luz, bendición y juicio, sanidad y muerte. El día del Señor es una de las únicas cosas descritas en la Biblia que evoca anhelo y pavor a partes iguales

“¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz”. Amos 5:18 

Sin una verdadera humildad y un verdadero quebrantamiento está nación está a punto de vivir un desastre. 

Cuando Sansón se encontraba en el peor momento de su vida. Estaba ciego, era atado cada día a un molino como si fuera una bestia de trabajo y pasaba los días dando vueltas y vueltas hasta que fue llevado a la fiesta de los filisteos  porque querían burlarse de él. Luego, fue llevado al templo de Dagon y lo pusieron entre las columnas del templo.

“Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que dé una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos”. Jue. 16:28

Su clamor llegó a Dios y éste restauró la unción sobre Sansón y él derribó el templo con todos sus enemigos dentro. Por alguna razón, El último mover en el Espíritu fue el más poderoso de toda la vida de Sansón.

Estamos a la puerta del más grande derramamiento del Espíritu Santo sobre la humanidad. Hay una generación marcada para vivir el último derramamiento del Espíritu Santo, el más grande.  Tendríamos que pedírselo a Dios para vivirlo. 

“Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder, En la hermosura de la santidad…” Sal. 110:3

El próximo derramamiento del Espíritu Santo será un acto de guerra espiritual. Se desatara un saludable apetito por conocer a Dios en medio de los jóvenes inconversos, ellos serán impactados por el poder de la resurrección de Cristo, y de inmediato serán bautizados en el Espíritu Santo y empezarán a operar con un celo aterrador.

Mientras, el creyente común se verá desorientado. Porque serán condenados al ostracismo esperando un avivamiento. Estarán hambrientos del fuego, la gloria y la presencia de Dios. Se sentirán desamparados y olvidados, pero en su debilidad se fortalecerán. En el día del poder de Dios, estos grupos chocarán. El núcleo que anhela un avivamiento no sabe que están siendo forjados para ser padres, madres, hermanos y hermanas de la juventud resucitada. Veremos un nuevo cumplimiento de Mt. 11:12  “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora,  el reino de los cielos sufre violencia,  y los violentos lo arrebatan”.

Allá por 1972, en el llamado Avivamiento en Bolivia, cientos de jóvenes con cabello largo se reunían en casas, plazas y las esquinas de la ciudad de La Paz. El sello distintivo de ese renacimiento fue la acústica, coros suaves y un mensaje de amor incondicional. Esto reflejaba la suave matriz de amor del movimiento hippie. Y esta fue la respuesta de Dios. Recuerde, Jesús es visto como León y Cordero. Ese mover espiritual del 72 expresó Su naturaleza de cordero... ahora viene el león. El clamor lastimero ahora dará paso al rugido profético.

De la protesta violenta y la división intensa, surgirán leones jóvenes que cumplirán Joel 2:28:

Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones”.

Mientras que el Avivamiento del 72, estuvo marcado por el don de lenguas, veremos lenguas de fuego y profecía. El don profético será liberado como nunca antes, hasta el estado de alteración de la nación. Se profetizará la verdad a los círculos de poder de la Nación con convicciones paralizantes. Dios está enviando una llamada para someterse a la consagración.

Hay tantos “creyentes” en la iglesia que son espiritualmente ciegos que le pido a Dios que quiero poder ver, quiero ser un "vidente". Quiero evaluar la situación y verla como Dios la ve: conocer el papel de Dios en este tiempo de confusión.

La inminente destrucción de la Nación está ahora a la vista. Dios está librando una guerra para salvarnos. Mi pasión es entender lo que Él está haciendo y encontrar mi papel en Su milagro.

Bolivia se está hundiendo y asfixiando en un lodazal de ideologías que odian a Dios. Personas con poder circunstancial ahora parecen capaces de tomarse la justicia por su mano con impunidad. Dios no dejará que Bolivia muera sin montar un sorprendente contraataque contra el mal. Hoy, llamo a la bendición. 

POSTRÉMONOS, ADOREMOS EN ORACIÓN AL REY Y PIDAMOS SU UNCIÓN.

Pr. Rafael Vargas

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