Sabiduría + Poder = ¿?
El tema del poder del Evangelio no es opcional. La impotencia es inexcusable para la persona en quien habita el Espíritu de resurrección. Existe en la Iglesia una corriente que enfatiza el tema del poder con el cual se ministran las vidas y reciben soluciones impresionantes a necesidades de salud y liberación. Pero, con demasiada frecuencia, esta corriente que enfatiza el poder le ha dado poco valor al ministerio a largo plazo a ciudades y naciones.
Otra corriente de la Iglesia enfatiza el aspecto de sabiduría del Espíritu Santo. Muchos creyentes sirven en varias profesiones, brindando maravillosos ejemplos de vivir estilos de vida morales, al tiempo que demuestran estabilidad y un propósito a largo plazo grabado en sus líneas familiares. El impacto de esta corriente en los valores culturales es hermoso. Dios a menudo usa a los creyentes con este énfasis para iniciar varios tipos de ministerios dedicados a atender las necesidades básicas de las personas. Esto es realmente maravilloso. Pero, trágicamente, el miedo al poder o el miedo al mal uso del poder ha hecho que este grupo sea ineficaz para cumplir con la Gran Comisión.
Ninguna de estas corrientes ha tenido pleno éxito en lo que se han propuesto. Es hora de la polinización a través de una demostración completa de la Presencia de Dios y el poder de ser lleno del Espíritu.
El grupo de sabiduría debe tener poder, o proporcionarán respuestas aquí y ahora, pero con poca o ninguna conexión con la eternidad. Tampoco tendrán respuestas a los problemas de tormento causados por un demonio real, que hay que tratar según el ejemplo que nos dio Jesús. Nuestro objetivo debe incluir la transformación de la sociedad, una transformación que debe tocar el corazón de las personas si es completa y auténtica.
No podemos darnos el lujo de tener un grupo que puede proporcionar los milagros, pero que no tiene un compromiso a largo plazo con las ciudades y las naciones. Tal expresión de poder se convierte en un relámpago que se ocupa de los problemas actuales, pero hace poco para establecer los caminos de Dios en una cultura. También hace poco para que el mover de Dios que este grupo ama sea sostenible durante múltiples generaciones.
Es hora de que estas dos corrientes se unan y aprendan lo que realmente significa estar lleno del Espíritu Santo. Es un sueño ver fluir estas corrientes a través de un poderoso derramamiento del Espíritu Santo. Debe ser una representación completa y plena de cómo se ve estar lleno del Espíritu Santo a lo largo de las Escrituras.
El corazón de Dios es que veamos a las personas vivir con sabiduría y poder. La comprensión, el conocimiento y las expresiones creativas deben unirse a los milagros, señales, prodigios y la capacidad sobrenatural para soportar la oposición como evidencia de estar verdaderamente lleno del Espíritu Santo.
También debemos ver cómo el poder puede afectar la manifestación de la sabiduría y cómo la sabiduría puede afectar la demostración del poder. Esto proporcionaría la demostración más innegable del corazón y la naturaleza de Dios que el mundo jamás haya visto. Y confrontaría las obras del diablo contra el cuerpo y la mente humana. Esta vez, no se manifestaría a través de una persona dotada o de una denominación. En cambio, se manifestaría a través de una generación rendida. Este sería un sueño hecho realidad, y se convertiría en la herramienta que necesitamos para cumplir con la misión hasta hoy, imposible de discipular naciones.
La manifestación de sabiduría que impacta el reino espiritual revela el propósito eterno de Dios en Su Iglesia: Ef. 3:10-11 “para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor”.
Este tema experimenta un gran aumento progresivo; en los siguientes dos pasajes, y está destinado a darnos una esperanza más allá de la razón:
“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos”. Ef. 3:20-21.
Podemos y debemos conocer el amor de Dios en una experiencia que va más allá de la comprensión. El corazón puede llevarnos a donde la mente es incapaz de llevarnos. El resultado final es que nuestra relación con Dios de esta manera nos abre para ser llenos de Su plenitud. Esta plenitud contiene tanto sabiduría como poder.
Ese pasaje final nos muestra la devoción de Dios para trabajar en nosotros y a través de nosotros más allá del alcance de nuestras oraciones (mucho más de lo que podemos pedir) y más allá del alcance de nuestra mente (mucho más de lo que podemos pensar). Lo que a Dios le gustaría hacer en y a través de nosotros durante nuestra vida nunca ha sido un sueño pasajero. Está fuera de nuestro alcance. Pero no está más allá del alcance de Dios.
Entonces, Sabiduría + Poder = Plenitud
Pr. Rafael Vargas
