El significado de la palabra BENDICIÓN, en hebreo Barak, es:  

  1. hablar bien de una persona o cosa. 
  2. Alabanza 
  3. El deseo que Dios sea propicio o prospere a una persona. 
  4. También se usa para expresar acción de gracias.

Los beneficios de Dios dados al ser humano son una bendición. A los creyentes Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo. Ef. 1:3

Sal. 67:1-7 NVI  1 Dios tenga compasión de nosotros, y nos bendiga; Dios haga resplandecer su rostro sobre nosotros,  2 Para que en la tierra sea conocido tu camino y en todas las naciones, tu salvación. 3 ¡Que te alaben, oh Dios, los pueblos; que todos los pueblos te alaben! 4 Alégrense y canten con júbilo las naciones, porque tú las juzgas con rectitud, y guías a las naciones de la tierra. 5 ¡Que te alaben, oh Dios, los pueblos; que todos los pueblos te alaben! 6 La tierra dará entonces su fruto, y Dios, nuestro Dios nos bendecirá. 7 Dios nos bendecirá y le temerán todos los confines de la tierra. Los vs. 2  y 7 mencionan a naciones que vienen a Cristo. Eso muestra que estas declaraciones tienen naturaleza evangelística.

¿Qué hizo que se convirtieran las naciones de este salmo profético?  Es que temían al Señor y experimentaron su salvación.  ¿Qué fue lo que hizo que ellos pudieran ver el corazón de Dios al punto de tener convicción de pecados y se arrepintieran? ¿Qué fue lo que provocó esos milagros?  Fueron las bendiciones. Las bendiciones fueron el precedente para que las naciones se rindieran a Cristo.  Su pueblo imploró por la compasión de Dios y por sus bendiciones. Dios tenga compasión de nosotros, y nos bendiga; …  2 Para que en la tierra sea conocido tu camino y en todas las naciones, tu salvación.

Las bendiciones son una expresión derivada de la bondad del Señor. Esa revelación es clave para experimentar un avivamiento en los días que estamos viviendo, donde nos espera una cosecha de naciones empezando por la nuestra.

Con las bendiciones viene el desafío. En la historia, en ningún pueblo  ha habido una generación que hubiera podido experimentar una vida llena de bendiciones y que hubiera permanecido sirviendo a Dios tal como ÉL lo demanda. Un periodo excepcional es el referido al esplendor del reinado de Salomón, hasta que empezó a alejarse del corazón de Dios cuando empezó a seguir costumbres de adoración paganas gracias a su enredo con mujeres paganas.

Las bendiciones crean beneficios, otorgan superioridad, dan independencia; pero también pueden generar materialismo, codicia y sus anexos pecaminosos. El problema no está en la bendición del Señor. El verdadero problema está en nuestros corazones. El problema somos nosotros, los seres humanos.

Dios nos proveería mucho más allá de lo que jamás hemos imaginado ni siquiera en nuestro sueño más loco. Las bendiciones no son solo dinero, o posesiones. Pero debemos incluirlos. ¿Qué podría causar una bendición de ese calibre en nosotros?

Muchas personas llevan adelante una vida de oración sólo porque están llenas de problemas. Muchos otros desarrollan comunidades o agrupaciones porque sus necesidades personales son tan profundas que necesitan de otras personas para sobrevivir. ¿Qué pasa cuando esa necesidad no es tan obvia?

El desafío en nuestros días es el de levantar y guiar una generación de personas que pueda vivir en bendición y mientras que al mismo tiempo carga su cruz. No está fuera de “foco” pensar que Dios nos disciplina para que sus bendiciones no nos aparten de ÉL ni tampoco se conviertan en maldición de manera que estas terminen matándonos.

Las bendiciones son una manifestación de favor de Dios en aumento y el favor de Dios siempre tiene un propósito divino. Si nosotros no descubrimos ese propósito, corremos riesgos muy peligrosos como, caer en la autopromoción personal y la construcción de un reino a nuestro alrededor.

 1 R. 10:9  9 Jehová tu Dios sea bendito, que se agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado siempre a Israel, te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia. Estas son palabras de la Reina de Saba cuando reconoció el favor de Dios en la vida de Salomón. Salomón, Dios te ha dado su favor y te hizo rey. Para que hagas derecho y justicia. El favor era para beneficiar, para bendecir, a quienes él, Salomón, servía como rey. Si él no lo usará así, es como si lo estuviera desperdiciando.

Dios está liberando su favor sobre algunas personas para ser de influencia y así mostrar a quienes son portadores de su corazón. Esa es la marca de su bendición. Vienen tiempos de favor y de bendición. Dado que cuando aumenta la maldad, sobre aumenta la gracia. Pero, ese favor y esa gracia van a llevar áreas de responsabilidad en aumento. A quien más se le da, más se le demandará.

Solo el Señor puede solucionar los problemas que aquejan a nuestras ciudades y Nación. Y nosotros tenemos la oportunidad de servir y hacerlo de la mejor manera posible, trayendo la presencia del Rey a nuestras vidas, y a la vida diaria de aquellos que están a nuestro alrededor.

El Señor va a poner su gracia y su favor en nosotros, de manera que otros puedan verlo. Si puedo vivir con su favor y su bendición y hacer uso de ellos como Dios quiere que los use, conquistaremos multitudes para Cristo. Esa es la promesa de nuestro Dios. 

 

Pr. Rafael Vargas

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