Muchos de nosotros estamos de acuerdo en que la iglesia nació el día de Pentecostés en Hechos capítulo 2. Todo este capítulo es avivamiento. Personalmente creo que cuando menos los 11 discípulos de Jesús ya habían nacido de nuevo, ya que Jesús les había dado el Espíritu Santo en Juan 20. Y esto ocurrió antes de Pentecostés.

“Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo”.Jn. 20:22 NBLA.

Dado que todo creyente recibe al Espíritu Santo cuando nace de nuevo, me parece que éste fue el momento cuando los once discípulos que habían quedado fueron convertidos. 

Así que, cuando se les instruyó que permanecieran en Jerusalén para recibir “la promesa del Padre” conforme a Hch. 1:4 NBLA, para ser investidos con “poder de lo alto” conforme a Lc. 24:49  NBLA y para ser “bautizados en el Espíritu Santo” conforme a Hch. 1:5 NBLA; tres palabras diferentes para la misma experiencia, fue para ayudarles a obtener lo que NO habían recibido en su conversión.

Para que estos discípulos pudieran funcionar como Jesús tenía planeado, necesitaban tanto poder como autoridad. 

A estos discípulos se les dio autoridad en su comisión en Mt. 28:19. Pero también necesitaban poder, que solo podía venir por medio de un encuentro

Puede que muchas personas piensen de manera diferente en este punto; incluso de que el bautismo en el Espíritu es un segundo toque, y está bien. Pero que no pierdan el hecho de que el poder viene a través de un encuentro.

El ser “investido de poder de lo alto” no podría ser reducido a una doctrina o a ser un punto en nuestra declaración de fe. Fue una experiencia. Un encuentro. Fue el inicio de una travesía relacional que introduciría a Sus seguidores a un estilo de razonamiento superior de todas las maneras posibles

Fue la clase de razonamiento que tenía como su firme ancla el siguiente versículo: “nada es imposible para Dios” Lc. 1:37 Y tener eso como un fundamento cambia todo.

Nuestro encuentro en el bautismo en el Espíritu Santo es el derramamiento que cambió para siempre el curso de la historia humana. Ahora, en vez de que Jesús, el Hijo ungido de Dios camine sobre la tierra, demostrando la maravilla del Reino de Dios por medio de revelar el corazón del Padre, potencialmente millones de Sus seguidores pueden ser investidos con el mismo poder. Todo es posible gracias a este día llamado Pentecostés . Es un hermoso don de la gracia de Dios. 

Pero los errores de algunos han causado muchos se aparten de esta clase de estilo de vida, convencidos de que es demasiado peligroso intentar vivirlo.  A mi manera de pensar, es demasiado peligroso no hacerlo. Después de todo, Él reina sobre todas nuestras voluntades – “en la tierra como en el Cielo”.

En un sentido muy real, el nacimiento de la Iglesia, que es la Novia de Cristo fue hecho posible por el acto profético cuando la lanza perforó el costado de Jesús

Así como Eva fue tomada del costado de Adán cuando el Padre tomó una costilla e hizo a la mujer, así mismo la Novia de Cristo fue tomada del costado de Jesús cuando fue perforado con la espada. La base para la existencia de la Iglesia vino cuando se derramó la sangre y el agua. De esto habló el profeta:

“En aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la impureza”. Zac. 13:1 NBLA.

La sangre trata con el pecado, y el agua, “habiéndola purificado con el lavamiento del agua con la palabra de Dios” Ef. 5:26 NBLA, trata con la impureza y la contaminación de vivir en un mundo pecaminoso. 

Esas dos expresiones de la gracia de Dios hacen que la Iglesia, su Novia sin mancha, sea posible.

Los sacerdotes del Antiguo Testamento tenían una práctica similar de la cual podemos aprender. Cuando entraban al ámbito del tabernáculo, primero se encontraban con el altar de bronce sobre el cual se hacían sacrificios de animales, con el derramamiento de sangre, para posponer el castigo del pecado. Acá se trataba el problema de los pecados. 

Pero después de la necesidad de que se derramara sangre, todavía era necesario el lavamiento de agua. Esto se hacía en la siguiente estación, en la fuente de bronce. Era allí donde trataban con la contaminación que proviene de las tareas del ministerio. No se trataba de sus pecados. Era porque vivían en un ambiente impuro. 

Si alguna vez hubo una lección para nosotros con respecto a la necesidad de constante aporte y limpieza por la Palabra de Dios, está aquí. La Palabra de Dios, limpia, lava el alma. Y a la misma vez, como una espada que corta profundo, misteriosamente trayendo sanidad donde corta.

En esencia el avivamiento se hace posible al encontrarse con Dios. Ese encuentro, sin importar que tan extremo o sutil sea, lleva consigo la semilla del avivamiento, que es la semilla de la reforma-lo que puede cambiar una nación si es administrada bien. Míralo de esta manera: Hay un árbol de paltas en una semilla de palta si se cuida bien la semilla de palta. Pero también está disponible un gran número de árboles de palta  a través de las semillas de un solo árbol de paltas. 

El resultado está escrito en la naturaleza de la semilla, pero requiere la mayordomía correcta por parte de las personas que la están cuidando, en este caso, las personas afectadas por el avivamiento. Así es con un toque de Dios. Lleva la semilla transformación, no solo para nuestras vidas, sino que es suficiente para una nación. Esta es la responsabilidad que viene con encontrarse con Dios.

Pr. Rafael Vargas

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