Ester, fue una mujer que ganó su posición como reina debido a su belleza. Y en esa condición participó activa y crucialmente en la salvación del exterminio del pueblo de Dios. No existe ninguna duda de que la belleza de Ester no solo era una belleza exterior. Para destacarse entre esa multitud de bellezas, Ester habría necesitado la combinación invaluable de belleza y gracia. Ésta es la verdadera belleza, es la que se lleva tanto por dentro y así como por fuera.

La sabiduría testifica que la belleza proviene de Dios. La sabiduría estuvo con Dios durante la creación. Todo se hizo a partir de la influencia de la sabiduría, produciendo una belleza indescriptible como expresión de excelencia. Desde los tonos tenues del amanecer  hasta la exhibición espectacular hecha por los picos de las altas montañas, los bosques llenos de vegetación y un sin número de árboles de una variedad impresionante, así como los bellos lagos, todo ello habla de la belleza de Dios. Encontramos la belleza que está expresada en la sonrisa de un bebé y en el trino que solo los pájaros pueden cantar. La belleza está por todo lado. Porque  la belleza es la marca de Dios sobre la vida misma.

Dios a menudo esconde la belleza para que sólo aquellos que la buscan puedan encontrarla. Eso incluye, desde las galaxias que están descubriendo los científicos, hasta los fenómenos microscópicos. 

El Artista más grande y célebre de todos los tiempos, dejó sus huellas de belleza en todas partes. 

La belleza les habla a quienes están dispuestos a tomarse el tiempo para mirar.

Cuán hermosas son las “geodas”. Esas rocas que tienen una cavidad llena de cristales. Tienen una apariencia común en el exterior. Por esta razón, las podemos llamar rocas de avivamiento. No son atractivas por fuera, pero contienen una belleza inusual una vez que se abren y se puede ver el interior de las mismas. Casi todos los grandes movimientos de Dios son así. Tienen algo de ofensivo a primera vista, pero una vez que ves dentro del movimiento, descubres una gran belleza y maravilla. Mucho de lo que Dios hizo, lo hizo de esta manera. Todo parece multidimensional. Toda belleza se encuentra línea sobre línea, precepto sobre precepto. 

“Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oír. La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos”. Is. 28: 10-13 

La belleza está en todas partes donde ha estado la sabiduría. Ayudó a definir las múltiples facetas de la creación. 

Después de tantos años de abuso por parte del hombre, la tierra y todo lo que contiene irradian una gloria y una belleza que apuntan a la maravilla de Dios. Recordemos que el diseño siempre refleja la naturaleza del diseñador.

La sabiduría ilustra la belleza en la creatividad, la excelencia y la integridad, es un área que rara vez se considera perteneciente a la belleza. Sin embargo, las Escrituras declaran que debemos adorar al Señor en la hermosura de la santidad. 

 “Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrenda, y venid delante de él; Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad”. 1 Cr. 16:29 

 “Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; Temed delante de él, toda la tierra”. Sal. 96:9

Cuán maravilloso es que la santidad, la naturaleza de la verdadera integridad, sea vista como algo bello. De hecho, todo el arte y todas las expresiones creativas tienen sus raíces en la naturaleza de la santidad de Dios. Esa es una de las razones por las que es tan trágico cuando una persona usa sus energías creativas para promover la inmoralidad, el odio o la codicia. Todas estas son violaciones de la verdadera creatividad, que tiene sus raíces en la naturaleza de Dios, un Dios que es santo. 

Cuántas personas sufren crisis mentales sólo porque han olvidado cómo encontrar la belleza, y tienen el corazón contaminado con ideas que les impide ver lo que Dios les ha dado para ver. Todas las expresiones creativas que no lo reflejan a Él y Su naturaleza son distorsiones de auténtica belleza. Porque la santidad es hermosa.

El Antiguo Testamento es el sistema de raíces de todo lo que creemos y experimentamos hoy. Los conceptos de belleza, sabiduría y plenitud del Espíritu fueron todos ilustrados allí antes de que se manifestaran en el Nuevo Pacto. Uno de los pasajes más ilustrativos a este respecto tiene que ver con la construcción del Tabernáculo de Moisés. Tanto el Tabernáculo como el proceso de construcción dicen mucho sobre la naturaleza de Dios. Un aspecto brillante de esta historia tiene que ver con quién puso Moisés a cargo de la construcción y por qué.

“Habló Jehová a Moisés, diciendo: Mira, yo he llamado por nombre a Bezalel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor”. Ex. 31:1-5

Este pasaje se ocupa de todas las áreas de la sabiduría: excelencia, creatividad e integridad. La excelencia se ve en el don de la mano de obra de Bezalel el cual implica habilidad. Bezalel fue elegido por lo bien que había desarrollado el don que tenía, a través del cual glorificó a Dios. La creatividad se reconoce en su capacidad para trabajar con diferentes medios para expresar la belleza. Su habilidad para crear obras artísticas en una variedad de campos lo hizo sobresalir ante Dios. Se le podría comparar con un músico que puede tocar cualquier instrumento que aprenda. Es un regalo inusual. La integridad también está aquí; Bezalel se llenó del Espíritu Santo. Debido a que era un vaso limpio que no contaminaría lo que estaba construyendo, fue elegido para construir el Tabernáculo, donde moraría la presencia de Dios.

Pr. Rafael Vargas