Existen muchas cosas en la vida sobre las que tú NO puedes decidir.

La actividad más importante de la vida SI está dentro de aquellas que tú puedes controlar. Y me refiero a que tú SI puedes escoger en qué piensas. Tú decides qué ideas entran en tu pensamiento y que ideas no lo van a hacer. Eres tú el que establece los patrones y filtros de lo que quieres que entre y defina tu forma de pensar. 

El arma más eficaz que tenemos contra la ansiedad y la preocupación es nuestro cerebro. 

¡Piensa en lo que piensas!

“Por lo demás, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo que es digno de alabanza; si hay en ello alguna virtud, si hay algo que admirar, piensen en ello”.  Fil. 4:8 RVC

El apóstol Pablo nos dice en qué debemos pensar. Él tiene claro que nosotros podemos dirigir nuestro pensamiento. Este es un mandato sobre cómo debemos emplear nuestra mente.

Nosotros actuamos en la vida conforme a lo que hay en nuestro pensamiento. Por ello, cuida lo que permites que entre en tu mente, dado que tú y solo tú eres el guardián de tu mente.

Dios quiere que cada uno de sus hijos veamos la vida desde su perspectiva. Para ello es necesario que nuestra mente esté empapada con la verdad de Dios.

Nuestro Señor es el príncipe de paz, y cuando comprendamos y veamos la realidad tal como Él la ve, nosotros también podemos tener esa misma paz.  Tenemos que aprender a hacer que nuestros pensamientos descansen en nuestro Dios. 

Cuando surjan los problemas, debemos dirigir nuestros pensamientos al amor y al cuidado que tiene el Padre con nosotros en todas las cosas y lo que nos queda hacer luego, es esperar confiando en SU sabiduría.

En medio de cualquier tormenta, enfoquemos nuestra mente en Dios Todopoderoso. Entonces podemos descansar seguros. 

“Tú guardas en completa paz a quien siempre piensa en ti y pone en ti su confianza”.  Is. 26:3 RVC.

Para vencer a la ansiedad, no te puedes limitar solo con pensar en lo que es bueno, justo y verdadero; también necesitas vivirlo, y eso puede implicar tener un mentor, alguien que puede mostrarte el camino. Pablo lo dijo así:  

“Lo que ustedes aprendieron y recibieron de mí; lo que de mí vieron y oyeron, pónganlo por obra, y el Dios de paz estará con ustedes”.  Fil. 4:9 RVC.

Si estas batallando contra la ansiedad, pasa momentos con personas que conozcan las claves para vencerla. Hazles preguntas, escucha su historia, aprende de ellas. Pablo, es alguien que aprendió a entregar sus preocupaciones y su ansiedad al Señor. Permite que la paz de Dios que hay en sus vidas influya sobre la ansiedad que hay en la tuya.

¿Dónde podemos encontrar la paz?¿Dónde están arraigados tus pensamientos? La respuesta posible es en el pasado,  presente, o futuro. Al respecto Jesús dijo lo siguiente: 

“Así que, no se preocupen por el día de mañana,  porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. ¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal!”  Mt. 6:34 RVC.

El pasado sólo existe como un recuerdo, y el futuro sólo existe en nuestra imaginación. El único que existe realmente es el presente. ¿Por qué echamos a perder el único momento que tenemos con problemas sacados de lugares donde no existen? Lo que sabemos es que podemos tener paz gracias a la presencia y al amor de Dios.

Dios quiere que tú renueves tu confianza en Él cada día. Por ello nos enseñó a orar así: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”.  Mt. 6:11 RVC. La petición no es para el mes entero, ni siquiera para esta semana, es solo para un día.

Mi hermano/a vive un día a la vez. El pasado está cerrado, no puedes cambiarlo. Y el futuro todavía se está construyendo. El presente tiene todo lo que tu necesitas.

Ora en toda ocasión, no te preocupes por nada que pueda robarte la paz, dale gracias a Dios por todo y llena tu pensamiento de todas las cosas buenas que puedas. Esta es la manera de tener paz en tu vida. 

Confía en Dios y recibe su paz día tras día. Tal cual el pan de cada día. La ansiedad con respecto al futuro nos pone más ansiedad en nuestro presente.

¿Cuándo hallarás la paz de Dios? Cuando hagas de ella tu prioridad.

Pr. Rafael Vargas