Dios debido a su amor por Israel favoreció de una forma especial a David y le prometió que levantaría de su linaje a uno de sus hijos y que su casa y su reino serían afirmados para siempre. Esta fue una bendición tan obvia para la familia real, al punto que la Reina de Saba reconoció lo mismo sobre Salomón, diciendo que Dios lo había favorecido debido a su amor por Israel.
Jehová tu Dios sea bendito, que se agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado siempre a Israel, te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia.
1 R 10:9
“Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”.
Jn. 16:15
Debemos aprender la diferencia entre lo que está en nuestra cuenta y lo que está en nuestra posesión.
La Palabra señala que todas las cosas me han sido entregadas y están en mi cuenta. Pero sólo puedo usar la medida para la que estoy calificado en mi entrega a los propósitos de Dios. Estoy "comisionado" en el mismo grado en que estoy sometido a Su misión principal.
Cada persona tiene una medida de autoridad y debe vivir bajo autoridad. La autoridad que mostramos nos es dada de acuerdo a cómo respondemos a aquellos que Dios ha puesto sobre nosotros. Son muchos los creyentes que se jactan de tener "toda autoridad", pero hay demasiado poco en sus vidas que lo demuestre.
A lo largo de la vida, experimentamos muchas clases de pruebas. Algunas pruebas nos revelan qué hay en nuestros corazones y qué va a estar trabajando Dios en nosotros. Otras pruebas nos revelan qué es lo que Dios ya ha hecho.
Dos categorías de pruebas:
La primera: Las que revelan lo que se necesita cambiar en nosotros.
La segunda: Las que prueban lo que Dios ya ha logrado en nosotros.
Una excepción: las pruebas en las que no sabemos que estamos metidos, estas son las más difíciles. Si sabes que estás en una prueba, es fácil lidiar con esta, porque es una prueba a libro abierto.
Cuando entramos a este auditorio podemos ver que las paredes están cubiertas con un color de pintura suave aplicado a la cobertura fina de estuco. Sabemos que la pared recubierta de estuco y pintada está adherida a algo que no puedo ver y que la mantiene firme en su lugar. Así es la sabiduría. La sabiduría ve más allá de lo que ven nuestros ojos, y lo hace porque la sabiduría tiene naturaleza profética.
La sabiduría tiene ese tipo de percepción, en el sentido de que ve más allá de lo obvio, en el funcionamiento interno de un tema, o en la existencia de un problema o de un diseño.
La naturaleza de la sabiduría es perceptiva, comprende estructuras, comprende la causa y el efecto, así como comprende la naturaleza de un problema y su respectiva solución. Es el regalo de ver específicamente para la mente.
Es necesario puntualizar que si uno tiene un don creativo y lo que viene de su vida es excelente, PERO le falta carácter, todo está perdido.
El carácter es el pegamento que mantiene la vida de la sabiduría en su lugar y la hace atractiva y efectiva.
Según Pro. 22:29 la excelencia puede llevar a alguien a estar delante de los gobernantes. Esa historia continua en Pro. 23:1-3 NTV “Cuando te sientes a la mesa de un gobernante, fíjate bien en lo que te sirven. Si eres de buen comer, ponle un cuchillo a tu garganta; No desees todos los manjares, porque tal vez tenga la intención de engañarte”. Prestemos atención al vs. 1, ese que dice Cuando te sientes a la mesa de un gobernante.
En Proverbios, existen ciertos temas que aparecen repetidamente para mostrar la naturaleza de la sabiduría. Entre ellos están la creatividad, la excelencia y la integridad. Estos temas proporcionan un contexto medible en el cual nosotros podemos desplegar sabiduría en aspectos prácticos en la vida. Hablemos de la Creatividad.
Podemos ver que cada niño es un artista, especialmente cuando son pequeños; pero algo sucede conforme ellos crecen. Lo que sucede es que el arte se define de una manera en la que muy pocas personas sobresalen. Esa definición del arte confina a los niños que crecieron pensando en sí mismos como artistas, que siempre estuvieron dispuestos a tomar riesgos para expresar lo que estaban pensando o viendo. Como resultado, pierden su chispa de libertad creativa.
La excelencia es una expresión de la sabiduría. Todo el mundo tiene un corazón para ver los resultados de la excelencia.
La razón por la que deseamos y admiramos cosas o personas de excelencia, es porque internamente estamos construidos para buscar y desear lo significativo. Si Dios es lo más valioso y nosotros somos lo que más valora Dios, entonces tenemos en nosotros, en nuestras almas, un anhelo de excelencia, un deseo por lo significativo.
Ya sea que la expresión de este valor provenga del jardinero, el médico o la ama de casa, tiene un lugar en glorificar a Dios y dar testimonio de la verdadera naturaleza de la sabiduría.
Es muy raro escuchar a algún líder gubernamental, director ejecutivo de una empresa, incluso a profesionales expresar su necesidad de sabiduría. Uno de los pocos lugares donde he oído hablar un poco más acerca de la sabiduría es en la iglesia, pero aún ahí, solo es un concepto abstracto y distante.
La sabiduría es uno de los dones más necesarios que Dios ha puesto a disposición de los seres humanos para vivir una vida exitosa en todos los sentidos.
Aunque la sabiduría es un don preciado, posiblemente lo que más desea la gente, ni siquiera se habla de ella, o quizás es que no entienden lo que necesitan. A medida que mostramos esta gracia de Dios, despertamos los deseos latentes en las personas por este bien invaluable llamado sabiduría.
Jesús estableció un principio que dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Mt. 6:33.
El reino es el dominio del Rey. Debemos buscar primero la realidad invisible, y luego esta se manifestará en lo visible; toda necesidad básica será agregada.
Jesús se refería a que seríamos recompensados en lo visible buscando primero lo invisible.