Un creyente entusiasta sin entrenamiento es una presa fácil para el diablo. Debemos convertirnos en “creyentes entrenados". Nuestra Nación necesita cristianos que sean soldados de Cristo efectivos. Para llegar a eso, necesitamos entrenamiento. Esto es necesario si queremos ganar en cualquier guerra.
Para abrazar el verdadero entrenamiento, debes reconocer y rechazar cualquier falsa doctrina que hayas recibido en el pasado. Nunca olvides que eres un soldado. Tienes órdenes del Rey, no temas de discusión, sigue sus órdenes. Esta es una disciplina por el resto de tu vida. Usa tu voz y grita fuerte el evangelio en todo lugar. La mayor arma que te ha dado Dios es una voz. Los héroes de Dios han derrotado ejércitos y resucitado a los muertos haciendo uso de sus voces. Además el mundo fue creado mediante la voz de Dios. El entrenamiento que Dios te dará no solo eliminará el miedo, sino que te hará audaz para enfrentar al enemigo. “El objetivo del entrenamiento es preparar a los hombres para la batalla y hacer la que anhelen”.
Has decidido ser un arma viviente que está siendo perfeccionada y empoderada para hablar con autoridad, declarar y devastar el mal con una lengua que arroja fuego divino.
Pablo le dice a la iglesia en Éfeso:
“Revístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las asechanzas del diablo”. Ef. 6:11 RVC.
Una nación que está impregnada por la división que obedece a diferentes motivos, una nación que tiene el alma afectada por el desaliento y la rabia y el enojo; donde todo tipo de discurso ha perdido fuerza, y por ello la gente no se interesa ni siquiera de escucharlo. Precisa de elementos excepcionales para cambiar su rumbo y no seguir camino a una catástrofe.
El mensaje del evangelio tiene respuestas a todo tipo de situaciones, pero para que una generación lo escuche es preciso que ese mensaje sea respaldado por el poder de Dios.
Mi hermano(a), ¿Quieres poder? ¿Ese poder que expulsa a los demonios y destruye argumentos malvados? ¿Tienes dolor porque el mal prevalece y te sientes impotente para hacer algo al respecto?
¡La mejor noticia es que tú puedes hacer algo al respecto! La voz que Dios te dio y la unción para verificarla con poder e incluso con milagros no es exclusividad de nadie. ¡Es para todo creyente!
“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”. Mr. 16:17-18.