Hoy vamos a tener Santa Cena. Jesús mismo nos pidió que lo hiciéramos, y sirve para recordar la obra de nuestro Señor en la cruz.
El Nuevo Pacto fue instituido por el Señor inmediatamente antes de Su muerte en Jerusalén. Fue hecho con los doce apóstoles, quienes representaban a la Casa de Israel y la Casa de Judá, según la carne, pero eran el fundamento de la Iglesia del Nuevo Pacto, siendo los doce apóstoles del Cordero.
El ciclo del Pacto; ciertamente se completa en relación a la nación elegida, en la primera venida del Señor Jesucristo.
La nación escogida de Israel era una nación "a la que pertenece la adopción, la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el servicio de Dios y las promesas; de quién son los padres y de quién en cuanto a la carne vino Cristo, el cual es sobre todos, Dios bendito por los siglos”.
La trágica historia de la nación muestra repetidos fracasos y juicios a pesar de la gracia del pacto de Dios para el pueblo de Su elección. El Señor, nacido de una virgen, como la simiente de la mujer, la simiente de Abraham, Isaac, Jacob y de la casa de David. Vino para traerles la redención del pecado a ellos, así como a todas las demás naciones. Vino a revelarles a Dios el Padre. Él vino como el cumplimiento y el cumplidor de todas las promesas de pacto dadas a sus padres.
¿Quiere descubrir cómo y por qué Dios otorga poder para hacer cosas poderosas y prodigios?
El ser humano ha sido capaz de crear avances tecnológicos alucinantes. Ahora podemos hacer en un instante lo que antes tomó décadas, PERO nunca encontraremos un atajo al poder sobrenatural.
La obra del Espíritu Santo nunca cambia. Su proceso de tomar materia prima y hacer un conducto vivo y respirable de Su poder nunca ha cambiado.
¿Todavía anhela ser usado y quiere poder real? Entonces proceda con precaución.
La razón de nuestra falta de poder y milagros es clara. Simplemente no estamos dispuestos a pagar el precio. Si está dispuesto, el Espíritu Santo lo guiará a través del proceso hacia el poder.
¿Por qué razón, el pueblo de Dios se perdió la hora de la visitación del Mesías? ¿Acaso no estaban advertidos de ello? ¿No deberían haberlo sabido?¿Cómo podrían perderse algo tan importante para su fe y supervivencia? Respuesta de múltiples aristas. Una respuesta es que fueron traicionados por sus maestros. Jesús le dijo a Nicodemo, “… ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?” Jn. 3:10
Nuestros pecados se hacen más evidentes cuando consideramos la magnitud del mandato original que Jesús dio respecto al Espíritu Santo.
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Jn. 16:13-15
Él tomará lo que Jesús tiene y nos lo mostrará. No podemos aprenderlo fuera de Él. Él es el general de nuestro alcance al mundo. Le corresponde a Él guiarnos, capacitarnos, empoderarnos y equiparnos.
Aquello que quebranta la paz es el pecado. Hasta que el pecado sea eliminado mediante la justificación no puede haber una paz verdadera. Si no hay paz para con Dios, no hay una verdadera paz para con nosotros mismos.
Hablemos un poco más acerca de lo que es la paz interior, la paz de la conciencia.
Está claro que la conciencia de culpa y de ira llevan al alma a una agitación, mientras que la paz trae serenidad al alma. Podemos decir que la paz es la estabilización de la mente.
El ser humano ante la falta de discernimiento espiritual tiende a cometer graves equivocaciones en contra de la voluntad de Dios, misma que ha de ser revelada por el Espíritu Santo.
Jesús nos dijo una misión central del Espíritu Santo: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” Jn. 16:8. Las correcciones vitales y las advertencias proféticas del Espíritu Santo destinadas a guiar vidas y hasta una nación no deberían ser estorbadas por ningún tipo de conclusión o doctrina humana, en especial referida al pecado, la justicia y la corrección.
Muchos creyentes, líderes y hasta pastores han puesto su opinión por encima de la Palabra de Dios. Sus prioridades han dejado de lado la guía del Espíritu Santo. Han dado oído a lo que el mundo dice que es éxito y con ello a la manera de conseguirlo. Jesús mostró que el verdadero problema de la humanidad radica en la contaminación profunda de la mente, el corazón y la voluntad. Es decir, radica en el alma misma del ser humano.
“… Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas”. Mr. 7:9-13
El ser humano ante la falta de discernimiento espiritual tiende a cometer graves equivocaciones en contra de la voluntad de Dios, misma que ha de ser revelada por el Espíritu Santo.
Jesús nos dijo una misión central del Espíritu Santo: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” Jn. 16:8. Las correcciones vitales y las advertencias proféticas del Espíritu Santo destinadas a guiar vidas y hasta una nación no deberían ser estorbadas por ningún tipo de conclusión o doctrina humana, en especial referida al pecado, la justicia y la corrección.
Muchos creyentes, líderes y hasta pastores han puesto su opinión por encima de la Palabra de Dios. Sus prioridades han dejado de lado la guía del Espíritu Santo. Han dado oído a lo que el mundo dice que es éxito y con ello a la manera de conseguirlo. Jesús mostró que el verdadero problema de la humanidad radica en la contaminación profunda de la mente, el corazón y la voluntad. Es decir, radica en el alma misma del ser humano.
“… Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas”. Mr. 7:9-13
Muchos dicen que la voluntad de Dios es difícil de conocer. Si eso es cierto, ¿Cómo podemos conocer nuestra misión? ¿Tiene eso algún sentido?
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Ro. 12:1-2
Si observamos detenidamente nos percataremos que nos dice es un "servicio razonable". Nada de lo que exigen estos dos versículos va más allá de lo que se supone que todo cristiano debe hacer de todos modos. ¡Esto es algo crítico!. Significa que la voluntad de Dios se puede conocer por completo… Tú quieres saber, y Dios quiere mostrártelo.
Una gran habilidad del Espíritu Santo es hacerte capaz de conocer y hacer la voluntad de Dios. Lo que complica las cosas, es toda la especulación añadida por los seres humanos.
No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. Mt. 7:1-2.
Hay quienes afirman que este pasaje nos está dirigiendo a nunca decirle a la gente que están equivocados.
Si Jesús quiso decir que nunca debemos decirle a nadie que está equivocado, hay un gran problema. ¡Eso es imposible de obedecer! Si me dices que no juzgue, me estás diciendo que estoy equivocado, por tanto, estás juzgando. La única forma de obedecer este mandato es no hablar nunca. Cualquier opinión firme infiere que los demás están equivocados.
El problema es más profundo. Si Jesús nos dice que nunca le digamos a nadie que está equivocado, entonces hay una contradicción flagrante. Ya que, en ese capítulo de Mateo notarás a Jesús llamando a la gente perros, cerdos, lobos rapaces, e incluso dice que SU audiencia es de personas malas.
Mt. 7:6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen…
Mt. 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos…
Mt. 7:15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
La palabra "confirmar" significa "atestiguar, respaldar, establecer". Jesucristo, como la semilla del Pacto de Abraham, confirmó ese pacto con señales y milagros, y con la palabra y la revelación de Dios. Dios confirmó todo lo que era, todo lo que hizo y todo lo que dijo. El libro de Hebreos dice:
“...tan grande salvación, la cual habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios, y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad”. He. 2:3,4.
Y cuando Jesucristo ascendió a lo alto y se sentó a la derecha del Padre, los discípulos fueron por todas partes predicando la palabra, obrando el Señor con ellos y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Él confirmó el Pacto de Abraham y trajo el Nuevo Pacto
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá…” Jer. 31:31-34
En cada época, Satanás desata un arma de engaño masivo. Ante ello, el cielo no es pasivo, ni se sorprende. Tengamos siempre presente, Dios no puede ser engañado.
Ante la proximidad del mal, el Espíritu Santo recluta personas. Él anhela expresar Su supremacía sobre el mal a través de vasos purificados.
Para entender lo que se avecina debemos volver a visitar el Valle de los Huesos Secos. Hasta donde el profeta Ezequiel puede ver, son huesos secos y blanqueados. El mensaje al profeta es gráfico: aquí no hay vida, alguna.
“… Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?...” Ez. 37:3a.
Ezequiel, no responde de inmediato, razona, ¿Qué pasa si estos son los huesos de profetas anteriores que dieron la respuesta incorrecta? Así que, humildemente dice: “Señor Jehová, tú lo sabes”. Ez. 37:3b.