Nunca olvides que la revelación te lleva a la transformación.
Jesús nos revelo que le complace al Padre darnos el Reino. Lc. 12:32 “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.” Este versículo me hace conocer la voluntad de Dios para mi vida, familia e Iglesia. Su plan es darnos el Reino.
Cuando Jesús les enseño a sus discípulos como orar, seguro que ellos estaban en shock por los temas clave que EL identificaba. Veamos esos temas revolucionarios.
Lc.11:2-4 “Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal.”
1 Padre Nuestro… No Padre mío, sino Padre Nuestro. Jesús nos estaba ya incluyendo como hijos de Dios. La dirección de la oración era de un niño hablándole a su padre; eso voló la mente de los religiosos de su tiempo quienes tenían miedo de pronunciar siquiera su nombre. Llamar a Dios, Padre, ha debido parecer irrespetuoso y sacrílego.
2 Que estas en los cielos… Jesús estaba dejando en claro que nuestro Padre verdadero vive en los cielos. Tenemos padres terrenales que han cumplido su rol, ya sea que lo hicieran bien o mal.
3 Santificado sea tu nombre… Santificar algo es darle respeto como santo y separarlo. Alabar y honrar su nombre no solo es apropiado, es necesario. Dios se merece toda nuestra alabanza.
4 Venga tu Reino… Jesús estaba permitiendo que cada uno conozca su papel desde el principio hasta el final.
5 Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo… “Padre establece tu Reino acá en la tierra y derriba los reinos terrenales”.
Los discípulos estaban siendo entrenados para orar oraciones que cambien la tierra. Jesús estaba levantando una insurgencia en contra de los reinos de este mundo. Él no estaba enfocado en las leyes romanas, EL estaba enfocado en revolver las leyes demoniacas sobre este planeta. ¿Acaso Pablo no llamo a Satanás como “el príncipe del poder del aire”? Efe. 2:2.
La oración diaria de cada creyente debería ser una oración revolucionaria. Este tipo de pensamiento demanda un verdadero cambio de paradigma. Ya no somos más creyentes calienta bancos, ni personas que nos andemos aferrando a las súper estrellas de la farándula mundana, ni tampoco del entorno cristiano. Ahora somos poderosos agentes enviados por Dios con una misión específica, ayudar a establecer el cielo en la tierra por el poder del Espíritu Santo.
Las llaves del Reino nos van a centrar en SU paradigma. Es por ello que el pre-requisito es la transformación de tu mente. No solo es el placer de Dios darnos su Reino, EL tiene un plan para darte poder de manera que puedas cumplir la misión que EL te encomiende.
Ap. 3:8 “Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.” Las llaves del Reino abren puertas que ningún hombre puede cerrar. Te van a ayudar a conquistar problemas personales, sociales, financieros, emocionales, morales y nacionales.
Deja de hacer oraciones de sobrevivencia y empieza a orar oraciones que revolucionen tu vida y tu entorno.
Pr. Rafael Vargas Salgueiro