Mt. 5:77 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Vivir sin misericordia, implicaría que no hay esperanza para ninguno de nosotros. Si no eres misericordioso con otros, no esperes que Dios sea misericordioso contigo. Una de las cosas más peligrosas que tú puedes hacer es negarte a ser misericordioso con alguien. Si no perdonas a otra persona, lo cual en si es un acto de misericordia, Dios dice que ÉL no te perdonara a ti. Y si Dios no perdona tus pecados, entonces la vida eterna para ti es inalcanzable.
Lc. 6:36-3836Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.37No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. 38Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
Ser misericordioso no sólo es darles comida o ropa a los pobres. Ser misericordioso es más que hacer y servir; porque tú puedes hacer y servir teniendo un corazón endurecido.
La misericordia es tener una disposición en el alma. La misericordia implica tener un espíritu perdonador. Misericordia es tener un corazón compasivo. Misericordia es tener la mente de Cristo respecto de aquellos que están en sufrimiento y de aquellos que viven en pecado.
La misericordia tiene que manifestarse en la vida de un creyente, en la búsqueda de lo mejor en otras personas. Los misericordiosos buscan la manera de restaurar a los caídos en lugar de buscar manchas oscuras en sus vidas. Los misericordiosos son lentos para condenar, y veloces para elogiar. El misericordioso tiene empatía: se pone en los zapatos de otras personas para ver cómo se siente la vida desde su perspectiva.Lc. 10:30-3730 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. 32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. 33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; 34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. 35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. 36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? 37 El dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
La verdad es que cuanto más religioso eres, te vuelves más mecánico y menos misericordioso. Los religiosos tienen ceremonia sin compasión. Los religiosos sirven a denominaciones y no a Dios. Para los religiosos la asistencia a las reuniones es más importante que salvar almas. Jesús ilustro esta clase de personas cuando interactuó con los fariseos; estos eran fríos y mezquinos. Tenían costumbres pomposas y varios temas legalistas, era muy difícil que mostraran misericordia a otros hombres.
Luego de transcurridos siglos del relato del desconocido samaritano, las personas se acuerdan de él. ¿Por qué? Si él no era rico, ni era genio, menos fue un notable deportista. La gente lo recuerda porque el samaritano fue misericordioso. Él no pudo retener su compasión cuando alguien necesitaba de él.
Cuando alguien necesita de ti, y tu puedes retener tu compasión, quiere decir que has perdido tu contacto con Dios. Eso quiere decir que tú no tienes misericordia.
Jesús puso al levita y al sacerdote que pasaron indolentes ante la necesidad del hombre herido, al mismo nivel que los ladrones. ¿Por qué? Porque en el momento en que se los necesitaba, ellos no hicieron nada. Ver el mal y no abordarlo es, en sí mismo, obrar mal.
Jesús era poderoso, pero también era misericordioso. La misericordia lo llevo de estar en la presencia del Padre a un pesebre rodeado de asnos, ovejas y cabras. La misericordia lo llevó de estar en la gloria del Padre a convertirse en un maestro judío clavado en la cruz. ¿Por qué hizo Jesús todo esto? ¡Porque te vio como esclavo del pecado y de Satanás! Te vio caminado en oscuridad. Te vio esclavizado por la miseria. Vio la falta de esperanza en tu rostro y la oscuridad en tu futuro. Entonces, la misericordia llevó a Jesús a morir en la cruz para pagar todos tus pecados y a morir por ti.
Busca a alguien que necesita tu ayuda y se generoso con él. Jesús dijo lo siguiente Mt. 16:25
Servir a otros es clave para vivir la buena vida. 2 S. 22:26
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Pr. Rafael Vargas S.