A lo largo de la vida, experimentamos muchas clases de pruebas. Algunas pruebas nos revelan qué hay en nuestros corazones y qué va a estar trabajando Dios en nosotros. Otras pruebas nos revelan qué es lo que Dios ya ha hecho.
Dos categorías de pruebas:
La primera: Las que revelan lo que se necesita cambiar en nosotros.
La segunda: Las que prueban lo que Dios ya ha logrado en nosotros.
Una excepción: las pruebas en las que no sabemos que estamos metidos, estas son las más difíciles. Si sabes que estás en una prueba, es fácil lidiar con esta, porque es una prueba a libro abierto.
“Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió… Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo.
Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria”. 2 R. 13:14-19
¿Cuánto habrán pesado en el corazón de Joás estas palabras de Eliseo? El profeta se enojó y le dijo que si él hubiera golpeado el suelo 5 o 6 veces , él habría aniquilado al enemigo. Pero ahora Israel solo tendría 3 victorias. Es seguro que, cuando el rey supo lo que el profeta estaba esperando que sucediera; el rey hubiera querido pasar por la prueba otra vez.
No es difícil golpear el suelo con flechas, las veces que sea necesario. Pero Eliseo no estaba atento a ver la habilidad del rey para golpear el suelo. El estaba esperando que se manifieste una medida de pasión en el rey respecto de la tarea que tenía que hacer, incluso aunque no se le dio ninguna razón que estuviera detrás de lo que tenía que hacer.
El profeta puso al rey una prueba sin darle una explicación detallada ya que sabía que lo que estaba en el corazón del rey iba a salir a la superficie en este tema. La carencia de pasión en los líderes les cuesta a quienes los siguen.
Nuestras ciudades en estos días están llenas de desafíos y problemas. Se ve campear a la delincuencia, robos, atracos están a la orden del día, altos índice de inmoralidad, y se escucha a través de los medios el clamor del pueblo por justicia, se incrementaron los feminicidios, los homicidios. Y con frecuencia se exponen por los medios de comunicación a comercializadores de droga a diversas escalas que son atrapados por la policía. A más de ello, impera el desorden en los mercados, el tráfico se ha vuelto caótico, dondequiera que vamos se ve basura tirada en calles y avenidas. Los conductores se parquean donde quieren, en doble línea, no respetan las normas de tránsito, etc. Cada vez vemos que se incrementan los síntomas de una sociedad con muchos problemas, alguien se atrevería a decir una sociedad fallida.
Este es el momento para que los creyentes brillen, si seguimos siendo siervos y mostramos el tipo de sabiduría que vemos en la vida de Salomón. Estamos siendo probados en muchas áreas, pero hay tres en particular que tendrán un efecto en lo que Dios puede confiarnos en el futuro cercano. Estos tres elementos principales son la autoridad, el favor y los recursos. Cómo nos desempeñemos dentro de estas áreas de influencia determinará nuestro impacto en el futuro cercano.
Pr. Rafael Vargas Salgueiro