La palabra proceso es una palabra para ser entendida, dado que toda tu vida es un proceso. Un proceso involucra un curso progresivo de acciones o de tendencias para alcanzar un deseo. El progreso gradual de desarrollar un curso de acción determinado y proceder a hacer las operaciones necesarias para completar exitosamente un proyecto es parte de lo que llamamos proceso. Un proceso puede incluir la necesidad de experimentar. Un proceso incluye una serie de cambios cuyo resultado es crecimiento o decrecimiento. Un proceso está vinculado con una travesía, eso es lo que hace que “proceso” sea una palabra referida al tiempo.
En derecho, el curso completo de los procedimientos en una causa, civil o penal, desde el escrito original de demanda hasta el final del juicio es un proceso.
Para que un proceso se complete es necesario que procedas. Esto es lo que vincula un proceso con nuestras transiciones y lo hace a través del destino que Dios tiene para nosotros. Proceder significa mover, pasar o avanzar de un lugar a otro.
Apreciemos como Jesús le hablo a sus discípulos: Mr. 4:35 35 … les dijo: Pasemos al otro lado. Tenemos relatos en la Biblia donde los vientos, las olas y la tormenta los atraparon a mitad de camino hacia su destino. En Mt 14:22-25 22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 23Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. 25Más a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Jesús va en busca de ellos de manera que puede ayudarles a dejar su miedo y alcanzar el lugar donde ÉL los ha enviado.
La manifestación de tormentas en medio de nuestro proceso es un elemento clave para nuestra fe. Mt. 8:26 26 … ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Esto no significa que sus discípulos no tenían fe, significa que su fe era demasiado pequeña para llevarlos al próximo lugar que ÉL tenía para ellos. Tú necesitas aprender a proceder antes de llegar “allí al lugar donde Dios quiere que llegues”.
Un ejemplo de proceder es encontrado en la vida de Abraham. Cuando él fue llamado a salir de Ur de Caldea, él y su familia se fueron a Harán. Su padre, murió allí en Harán. El Señor había prometido a Abraham un lugar donde ÉL lo iba a llevar, Harán estaba a mitad de camino entre Ur de Caldea y la tierra prometida. Si Abraham hubiera dejado de ir o abandonado la empresa, no hubiéramos visto al Señor hacer un pacto con él para levantar un pueblo y darle una tierra de primicias donde todas las naciones girarían a su alrededor. Gn. 14:13 13 Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo… Acá vemos que Abraham es llamado “el hebreo”. La palabra “hebreo” significa “uno que cruza sobre”. Dios hizo un pacto con un hombre que siempre procedería o cruzaría sobre. Todos nosotros que estamos injertados en ese pacto somos personas que debemos seguir adelante, cruzar y llegar al otro lado.
Otro ejemplo es el cruce del mar Rojo, Ex. 14:1-2 1 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. Los israelitas habían procedido puesto que habían salido de Egipto, pero estaban todavía a mitad del camino para celebrar su libertad. En cada punto medio de tu camino, tienes que detenerte a esperar la instrucción de Dios antes de proceder. Sin embargo, no debes conformarte con estar a medio camino. Conforme procedas, el proceso en el que estés te va a llevar de un estado a otro.
Jesús dijo Jn. 8:42 42 …Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. Jesús está explicando su origen y está predicando su partida de este mundo. Jesús sabia de donde había venido, así como sabia la duración del tiempo que le iba a tomar presentarnos la bondad del Padre para nosotros. Y también Él sabía dónde ÉL iba a ir luego.
En Jn. 8:58 58Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
Este era el mismo YO SOY que se revelo a sí mismo a Moisés y luego guio al pueblo de Israel a salir de Egipto. Era el mismo YO SOY que revelo quien era Jesús a Pedro. YO SOY siempre ha estado en el proceso de manifestarse. ÉL estuvo ahí antes de tiempo y va a estar allí después de tiempo.
¡Salgamos adelante! Levantémonos y avancemos. Vamos adelante con cuidado. La palabra en hebreo para proceder es yatsa, que significa “salir adelante”, “salgamos”. Este verbo es utilizado más de MIL veces en la Biblia. Básicamente, esta palabra significa “alejarse” de algún punto mientras te aproximas a otro punto. Esto usualmente representa el punto de partida de una travesía.
Nuestros enemigos generalmente salen a buscarnos para desafiarnos en tiempo inapropiado. En 1 Sam. 17:4 4 Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo. Este versículo nos muestra como hay una constante actividad que rodea tu día hasta que finalmente llegues al lugar de descanso final que ha sido destinado que tu alcances.
Piensa acerca de esta situación. Goliat se mofaba del ejército enemigo a diario y venia repitiendo esta rutina ya por 40 días. Entonces aparece David, un joven pastor. Él escuchó la voz del paladín enemigo y entonces dijo “suficiente, es suficiente” y entonces el empezó un nuevo proceso. El proceso que David arranco fue para revertir y derribar el proceso del gigante filisteo. David detuvo el proceso de derrota y anulación que había sido puesto en acción para trabajar contra el ejército de Israel y él empezó un pequeño proceso, el cual acabaría ese mismo día con el resultado de una gran victoria.
Pr. Rafael Vargas S.