Num. 6:23-2723 Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: 24 Jehová te bendiga, y te guarde; 25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. 27 Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré. El nombre que ha prometido bendecirte es del Señor que abre las puertas de los cielos. Ésta promesa viene a ti directo del creador del cielo y de la tierra.
La poderosa fuente de bendición que no conoce límite es Jesús. ÉL sana enfermos, restaura matrimonios muertos y renueva la mente angustiada, Él ha prometido que serías cabeza y no cola. Él te daría casa que no has construido, viñas que no has plantado y pozos que no has cavado. Y te va a plantar junto a ríos de agua viva, y prometió que todo lo que hagas iba a prosperar. Él es el Dios que da el poder para hacer riquezas.
A partir de hoy empieza a pensar en ti mismo como una persona de éxito, como alguien que aquello que ha sido puesto en tus manos va a prosperar. Nunca más vuelvas a hablar palabras negativas sobre tu vida. No hables palabras negativas sobre tu cónyuge, ni tus hijos, ni tus circunstancias actuales ni tu futuro… Porque tienes el poder para darle la vuelta a tu vida. Párate frente a un espejo y mirándote fijamente a los ojos declara que nunca más vas a aceptar vivir una vida mediocre.
Tú no puedes cambiar aquello que no estás dispuesto a enfrentar. Tú tienes la capacidad, a través del poder de la bendición de transformar tu vida y tu futuro. No tienes porque seguir buscando respuestas a los desafíos que te plantea la vida, sólo tienes que creer que tienes el potencial para vivir una vida bendecida… porque para eso naciste de nuevo, para ser bendecido.
La Bendición Sacerdotal esta descrita en el libro de Números, cuando el Señor ordena a Moisés que instruya a Aarón y a sus hijos a bendecir a su pueblo poniendo su Nombre sobre ellos. Y como Aarón y sus hijos componían el sacerdocio de Israel, este pasaje es conocido como la Bendición Sacerdotal. Esta declaración es uno de los regalos de Dios para los suyos, porque en este texto sagrado Dios define la esencia de la palabra bendición.
La Bendición Sacerdotal le pertenece a Dios; y sus Palabras no pueden ser alteradas de ninguna manera Pro. 30:66 No añadas a sus palabras, para que no te reprenda... Esta Bendición no era sólo para Moisés, Aarón y los Levitas; estaba destinada a cada persona de su pueblo. El verbo bendecir en hebreo esta relacionado con el sustantivo rodilla y puede significar “adorar con las rodillas dobladas” como dice Sal. 95:66 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor o “presentar algo de valor a otro”.
Para entender mejor el potencial de esta bendición y el efecto que puede producir en ti y en tu descendencia; veámosla con mayor detenimiento: Esta bendición está compuesta de tres promesas mayores y cada promesa tiene dos partes.
Promesa #1. El Señor te bendiga y te guarde. La primera parte declara la bondad de Dios e invoca el favor ilimitado de Dios, incluye lo físico, lo emocional, lo relacional y la abundancia material. La 2da. parte establece que Dios te va a proteger y a las bendiciones que ha impartido sobre ti. Sal. 91:11.
Promesa #2. El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia. Para Dios ocultar su rostro significa que ÉL está mostrando su enojo; en si que ÉL esta removiendo su presencia. El “que haga brillar su rostro sobre ti” significa que moras en su presencia. Los creyentes moran con Dios obedeciendo su palabra Pro. 6:23. Nuestras vidas son iluminadas por la sabiduría que se encuentra en la Palabra de Dios. La 2da. parte. La infinita gracia de Dios se puso en evidencia cuando ÉL envió a su hijo a morar en medio de los hombres. Cuando Jesús se refirió a la bendición sacerdotal, dijo a sus seguidores Vosotros sois la luz del mundo….
Promesa #3. El Señor alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Cuando el hombre pide algo, levanta su rostro en dirección a quien está haciendo su petición; en este caso, es el Señor quien va a “levantar su rostro sobre su pueblo”; esto se entiende como que “Dios va a sonreír sobre ti”. La 2da. parte. Paz significa tener armonía entre las fuerzas en conflicto. La paz que da el Padre es una paz que sobrepasa todo entendimiento. Cuando un padre sonríe a su hijo, le brinda confianza, un sentido de aprobación y paz. De igual manera, cuando el Padre Celestial sonríe sobre sus hijos, produce esa sensación de seguridad, aceptación y plenitud, pero lo más importante, sólo con la paz de Dios puedes disfrutar las otras promesas de la bendición sacerdotal: provisión y protección, sabiduría, redención y favor. Si no tienes paz, no tienes nada. No importa cuán rico seas, ni cuan sabio, ni cuantos amigos tengas. Cualquier bendición es incompleta si no trae consigo paz. La verdadera bendición con provisión material, sabiduría intelectual y ganancia espiritual demanda paz. Sin la paz de Dios, no hay bendición.
En el vs. 27 instruye que ésta se establezca en el nombre del Señor. Y este decreto subraya que sólo Dios es fuente de toda bendición en cada área de la vida; aceptar ésta verdad demanda una fe pura, y ésta es el conducto para la bendición de Dios.
Pr. Rafael Vargas S.