Dios hace las cosas a su manera, nosotros no podemos encasillarlo, ÉL es soberano, hace las cosas como ÉL quiere. Por ejemplo, algunas personas recuperan la salud cuando perdonan a alguien que les hizo mucho daño. Otros salen de su enfermedad poco a poco, usando medicina tradicional o alternativa. Y otros reciben un milagro apenas dejan irse a la ansiedad y depositan su confianza en Dios. No tiene el más mínimo sentido tratar de crear una fórmula o un sistema de cómo, cuándo y dónde orar por las personas, Espíritu Santo nunca va estar limitado por las reglas que imponga el hombre. Porque si pudiéramos limitarlo de esa manera, entonces sólo tendríamos que escucharle una sola vez y entonces sabríamos lo que tenemos que hacer en cada situación. Y aunque la situación fuera parecida, generalmente Dios no obra de la misma manera dos veces. A Dios no le gusta repetir la receta y en particular cuando te está enseñando dependencia de ÉL.
En lugar de pretender encasillar el accionar de Espíritu Santo, nosotros deberíamos desarrollar una dependencia total en ÉL. Este tipo de relación solo la podemos construir en base a la comunicación abierta, la confianza y el deseo apasionado de hacer lo que ÉL nos señale que tenemos que hacer.
Espíritu Santo no está limitado a llevar a cabo sus acciones a través de nosotros solo cuando estamos en óptimas condiciones. Él puede dirigirnos a vivir en un mejor nivel de salud incluso si estamos relativamente saludables. Él puede proveernos del dinero necesario para comprar nuestros alimentos de esta semana cuando no tenemos dinero, así como puede llevarnos a tener una posición de éxito financiero con total estabilidad. Los beneficios que Espíritu Santo trae a nuestra vida son incontables.
ÉL nos guía y nos faculta para resistir la tentación, para tomar decisiones correctas en circunstancias difíciles y para perseverar en medio de duros conflictos. ÉL nos lleva a entender la verdad que estamos leyendo en la Biblia, nos abre los ojos para que veamos quién es Jesús. Nos muestra cuáles son sus planes para nuestras vidas. Pero una de las cosas más espectaculares que ÉL hace por nosotros, es que nos revela la verdad sobre nosotros mismos, acerca de la confianza que podemos tener en los demás y acerca de la necesidad que tenemos de que nuestra vida sea abundante en todas las esferas.
Es evidente que Espíritu Santo hace milagros de sobrevivencia en nuestra vida, pero uno de los beneficios más importantes de tener una relación de intimidad con ÉL es que ÉL te va a ayudar a tomar decisiones bien fundamentadas que harán que esas intervenciones de último momento sean innecesarias.
Cuando uno ha atravesado largos periodos de estrechez financiera, y ha vivido bajo el yugo de la deuda, esa de la cual no puede salir por años y años. Es sensacional ser milagrosamente restaurado por Dios, y empezar a gozar de estabilidad financiera, es más hermoso cuando no le debes nada a nadie; pero es mucho mejor recibir instrucciones de ÉL, para que tomes decisiones firmes que impidan que vivas la vergüenza de deber y no poder pagar. El Espíritu Santo tiene toda la visión, el conocimiento y la sabiduría que necesitamos para vivir sabiamente.
Los cristianos debemos experimentar este tipo de relación para ser más que vencedores. No cometas el error de pensar que se tiene que ser ministro del evangelio para ver a Espíritu Santo obrar a través tuyo. No necesitas ser apóstol, ni pastor, para ver obrar a Dios a través de tu vida.
Muchas veces escuchamos que existen ciertas personas “ungidas” para distintos propósitos, puede tratarse de un pastor, un cantante, un evangelista o un apóstol. Como resultado de la publicidad que se emite respecto de un evento particular con la participación estelar de esa persona especial, la gente viaja cientos de kilómetros para buscar al experto en sanidad, creyendo que es la única persona que le puede ayudar con su enfermedad. Esto suena muy espiritual, pero me pregunto si es correcto. Porque cuando uno le entrega su vida a Jesús, entiendo que el Espíritu Santo viene a hacer morada en uno. Y ÉL no se despojó de su poder para venir a morar en nosotros. Tu eres una nueva criatura, portadora del poder de Dios; ya sea que te des cuenta de ello o no.
El poder para sanar, el poder de sanidad de Espíritu Santo está en todos los creyentes. Mr. 16:17-18 17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Trabajar asociado con Espíritu Santo no es un privilegio reservado para pastores, o para apóstoles o para aquellos que tienen un ministerio. Espíritu Santo obrará a través de ti, si estás con la mente abierta y disponible.
Es posible que te sientas cómodo tal cual estás viviendo tu vida hoy día, al final de cuentas, para qué molestarse cambiando las cosas. Pero, Espíritu Santo te está llamando para vivir una vida llena de emoción y logros. ÉL nos está llamado a caminar en el río de las aguas salutíferas, y que estas no solo lleguen hasta tus rodillas, nos está llamando a entrar a su río hasta que no podamos tocar el fondo y seamos llevados por la corriente de su Majestad.
Pr. Rafael Vargas S.