Jóvenes que tienen el anhelo de convertirse en ministros del evangelio preguntan ¿Qué es lo primero que tengo que hacer? Y la respuesta es: Esperar el llamado del Señor. Y ¿Cómo voy a saber que Dios me está llamando al ministerio? La respuesta es sencilla; “Vas a sentir fuego en tu ser, un fuego que no vas a poder resistir y tampoco vas a poder apagar. Pero antes de que se suscite esta situación, cualquier cosa que hagas al respecto es un movimiento perdido. 2 Tim.1:99quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo…..
Este es el llamado que Dios le hizo a Abram. Gn. 12:1-31 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
La diferencia entre un adorador de ídolos en Mesopotamia llamado Abram y el padre de muchas naciones llamado Abraham fue el llamado de Dios. Teniendo ese llamado, nada es imposible, sin el llamado, tú eres como una lata que suena y un címbalo que esta resonando. El llamado a este hombre empezó así vs. 1 Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Fue un llamado divino del Dios Todopoderoso el que “separó” a Abram para que se convierta no solo en padre de muchas naciones, sino también en amigo de Dios. 2 Cr. 20:7.
Fue el llamado de Dios a Jacob en Betel, el que lo transformó de un hombre que andaba escapando de su pasado a un hombre llamado Israel, quien tuvo el privilegio de estar frente a frente con el Señor. Gn. 32:2828 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Fue el llamado del Señor el que hizo que el profeta Samuel llevara un cuerno lleno de aceite para ungir a un pastorcito de ovejas como rey. 1 Sam. 16:11 …. Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey. Fue el llamado del Señor que envió a David a lidiar con Goliat, a conquistar a los jebuseos y así liberar la ciudad de Jerusalén.
Fue el llamado de Dios sobre la vida de Saulo de Tarso quien cambió la cara del cristianismo. Hch. 9:3-6. ….6 El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
En poco tiempo más, la novia de Cristo, la Iglesia de toda raza, lengua y nación, va a oír el llamado
de Dios que va a sonar como trompeta: 1 Ts. 4:16-1716 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
El que Dios haga un llamado a tu vida, no quiere decir que ÉL te está dando las garantías que vas a tener una vida sin problemas, desde el momento que Dios llamó a Abram, Dios lo puso bajo prueba.
La vida está llena de pruebas, de hecho, la vida misma es una prueba. Entrelazados a lo largo de nuestras vidas hay periodos de alegría, así como de tristeza, tiempos de celebrar éxitos y de vivir fracasos; hay tiempo de esperanza y de desesperación y entretejido entre todos los acontecimientos de nuestras vidas están las pruebas del tiempo.
José pasó varios años en una prisión egipcia, completamente desanimado, con sus sueños hechos añicos. Pero en un solo día, pasó de la cárcel a vivir en el palacio, ocupando una posición de autoridad y poder sin precedente alguno; Gn. 41:40-43. Esto se dio porque Dios fue fiel a la Bendición Profética que había sido dada años antes a José.
¿Estás atravesando una prueba extrema? Entonces prepárate, porque seguro se esta viniendo algo beneficioso para tu vida; tal vez sea una promoción en tu trabajo, o por ahí es una provisión financiera largamente esperada o tal vez sea una sanidad milagrosa. 1 P. 4:12-1312 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. La persona que pasa la prueba de fuego está un paso más cerca de alcanzar su destino en Dios.
Las pruebas en tu vida te van a llevar del valle de sombra de muerte a la cima del éxito. Las pruebas van a venir, pero Jehová nos ha prometido victoria sobre todas ellas; porque ÉL es el fuego consumidor que nos lleva a través de las pruebas en la vida, las cuales pulen nuestras imperfecciones morales, así como espirituales que impiden que alcancemos nuestro victorioso y bendecido futuro.
Jer. 17:77 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Pr. Rafael Vargas S.