Fil. 3:20-21 «Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;….” ¿Somos extraterrestres de otro planeta? Por supuesto que NO. Sin embargo, somos extraterrestres que pertenecemos a otro Reino. Si Cristo es de otro Reino, ¿Qué sucede con nosotros cuando EL viene a morar en nosotros? ¿Qué es lo que EL hizo una vez que entro en tu cuerpo?…. EL te transformo de ser una persona común, a ser un hijo de Dios.
Jn. 1:12-13 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;….” No todos somos hijos de Dios, como algunas personas lo manifiestan. Por ejemplo Jesús les dijo a los líderes religiosos de su tiempo que su papá era el diablo. Jn. 8:44 “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer….”
Cuándo invitaste a Cristo a entrar a tu vida, aceptó tu invitación y envió a su Espíritu Santo a vivir en ti. 1 Cor. 3:16 “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” Tú tienes el Espíritu Santo viviendo en ti. En pensamiento y acción, EL te está transformando para que te parezcas a Jesús.
Ap. 3:20 “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Jesús quiere llenar tu vida con su Espíritu. Sin EL, no tendrías poder para obedecerle, ni siquiera para amarle. Pero una vez que EL te llena con su Espíritu, empieza una metamorfosis; eres nacido del Espíritu, y eso implica que te habilitas para amar a Dios y para hacer su voluntad. Jn. 3:6 “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.”
Una vez que haz nacido de nuevo, espiritualmente tienes una nueva vida. Tú ya no eres la misma persona, eres una persona nueva. El apóstol Pablo lo explica de la siguiente manera en Ef. 2:4-5 “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo.” Y luego en Ef. 2:13. Y más adelante en Ef. 2:19.
Cuando recibes al Espíritu Santo en tu cuerpo, te vuelves extranjero en este mundo. Ahora solo eres un peregrino en la tierra, porque tu residencia final está fijada en el cielo. Existe una dimensión en ti, la cual ya puede traer de tus recursos celestiales disponibles para vivir una vida de abundancia acá en la tierra. Ef. 1:3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.”
Una vez que haz invitado al Espíritu Santo a vivir en ti, tu identidad personal cambia y tu propósito en la vida también cambia. Ro. 8:15-17 “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.….” y 2 Cor. 4:13-14.
Tu relación con Dios como tu Padre es establecida cuando el Espíritu Santo te llena. Luego, tu ADN espiritual empieza a cambiarte desde tu interior. Porque ahora tú tienes SU Espíritu, y tus pensamientos y tu conducta van a empezar a reflejar SU carácter. El Espíritu Santo te llena y guía para que te conviertas en un agente de cambio en el mundo.
El Espíritu Santo solamente va a tomar control de tu vida conforme te vayas rindiendo a EL. Por otro lado, espíritus malignos con mucho agrado controlan una persona. Una vez que haz recibido su ADN espiritual, estas pre-destinado a crecer en el Señor, a cambiar tu vida y la vida de quienes te rodean.
¿Estas tu deseando esta decisión hoy día? Si no lo haz hecho todavía, invítale a que te llene, te perdone y te cambie la vida para siempre.
Cuando permites que el Espíritu Santo tome control de ti, tú empiezas a caminar en una nueva autoridad y tienes una nueva posición terrenal. Esta posición terrenal es que tú te conviertes en embajador de nuestro Rey. 2 Cor. 5:20 “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo,….” Un embajador es un representante de la autoridad que gobierna. Como creyentes, somos llamados a representar en este mundo los intereses de nuestra Patria y nuestro Rey. Por ello nuestra oración diaria es: Padre, Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Nos ha sido dado el título de embajadores con todos los derechos, poderes y privilegios que corresponden a dicha envestidura. ¿Cuáles son estos?
Mt. 16:19 “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.” Las llaves simbolizan autoridad o la capacidad de desbloquear algo. ¿A qué llaves se estaba refiriendo Jesús? ¿Cómo podrían estas llaves ayudarnos a atar y a desatar cosas acá en la tierra? ¿Podría ser que esas llaves son el secreto que nos va a ayudar a traer el Reino de los Cielos acá a la tierra?
Pr. Rafael Vargas Salgueiro