Son tres clases de mentalidad que nos muestra la Biblia: bárbara, griega y hebrea.
El imperio romano empezó como una sociedad bárbara. Eran feroces guerreros. Militarmente conquistaron Grecia, pero Grecia conquistó Roma culturalmente. Los gobernantes romanos adoptaron la mentalidad griega.
Durante el Oscurantismo, Europa volvió a caer bajo una mentalidad bárbara, la cual dio como resultado el feudalismo. El fin del Oscurantismo vino a ser el Renacimiento; y Europa nuevamente abrazó la mentalidad griega. Así fue que la Civilización Occidental fue construida con esa mentalidad.
Actualmente, escuchamos que existen conflictos entre el mundo Islámico y Occidente, pero el conflicto es en realidad un conflicto de mentalidades. Occidente ha abrazado la mentalidad griega. Y grupos Islámicos, como los Talibanes y otros, tienen una mentalidad bárbara construida por culturas milenarias. Ellos miran las cosas desde una perspectiva totalmente diferente a como las vemos en Occidente. La mentalidad griega asume que la respuesta a todas las cosas son la educación y la democracia. Es por eso que se envían educadores a cambiar el mundo. La mentalidad bárbara piensa que la democracia es débil y la cultura occidental es inmoral. Ellos envían terroristas a provocar miedo, y ganar control para instaurar su mentalidad en el resto del mundo.
Durante el Oscurantismo, la Iglesia Católica abrazo la mentalidad bárbara. Los líderes eclesiásticos aprendieron a mantener al pueblo en línea a través del terror de la Inquisición.
La Reforma iniciada por Lutero sucedió casi al mismo tiempo que ocurría el Renacimiento, cuando Europa estaba volviendo a tener una mentalidad griega. Así que, la iglesia tomó esa mentalidad. Con el invento de la imprenta, la Biblia pudo ser puesta en manos del pueblo. Se hizo esto porque dicha mentalidad dice que el conocimiento es importante. Desafortunadamente un sobre-énfasis en la lógica y la razón invadieron la interpretación de las Escrituras. Esto provocó un frenesí por tratar de entender a Dios, y se escribieron enormes libros teológicos los que trataron de legislar cada detalle acerca de la voluntad de Dios y su plan. Pero, ningún dios que la mente humana perfile como Dios, es un Dios digno de ser adorado.
Durante la Reforma, la forma de gobierno de la iglesia no fue bíblico y no guardó el esquema apostólico, en lugar de ello, crearon un gobierno democrático; dominado por una mentalidad que nos aparta del poder de Dios. Porque, si puedes fluir únicamente en aquello que entiendes, entonces no hay milagros.
La Iglesia temprana levantada por los apóstoles, seguía el modelo apostólico que Jesús había enseñado. Esta creció y floreció con gran poder, señales y maravillas. En el año 300 d.C. el emperador romano Constantino abrazó el cristianismo de forma superficial, y mezcló las prácticas de la iglesia con prácticas paganas de una sociedad secular. Por ende, se apagó el poder de la iglesia y la operación de los dones espirituales cesó.
Dios está restaurando la mentalidad hebrea en la Iglesia de nuestros días y para ello la Palabra dice:
“que nuestras mentes tienen que ser transformadas”. Hay dos claves para desarrollar una mentalidad hebrea: 1) Meditar en la Palabra de Dios y 2) Llevar cada pensamiento cautivo.
Meditar significa “masticar bien”. Meditar en la Palabra significa que vas a pensar en ella, la vas a sopesar y vas a saturar tu mente con esa Palabra a lo largo del día. Vas a considerar como aplicar la Palabra a cualquier situación o como debes responder ante un asunto. El Salmo 1 y Josué 1 nos dicen que, si meditamos en la Palabra de día y de noche, nos deleitamos en sus verdades y promesas, y hacemos lo que la Palabra dice que hagamos, nosotros íbamos a prosperar y seriamos exitosos en todo lo que hagamos. Meditar en la Palabra llena tu mente con los pensamientos de Dios. El resultado es tu mente transformada.
Llevar cada pensamiento cautivo. Mientras meditas la Palabra, tú debes llevar cada pensamiento cautivo. Cuando un pensamiento está flotando en tu mente, lo agarras y te preguntas: ¿Que es este pensamiento y de dónde viene? ¿Qué me está diciendo? Tú te detienes y consideras lo que estás pensando. Mucha gente es mantenida cautiva por la mentalidad bárbara, y ni siquiera saben el porqué. Si crees que tienes que dominar e intimidar a alguien para seguir avanzando, eso es mentalidad bárbara.
Dios no quiere que vivas en esa clase de mentalidad sin fe. David dijo en el Sal. 23:6 6Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Si has estado viviendo en una mentalidad bárbara, no tienes por qué seguir haciéndolo, simplemente arrepiéntete y camina en libertad y fe.
Y para el que vive con mentalidad griega, agarra tus pensamientos y considera como estás pensando. Si piensas que tu intelecto es lo suficientemente fuerte para vencer cualquier obstáculo y llevarte a tu destino, tienes mentalidad griega.
Así que, si has estado caminando con una mentalidad griega, tu puedes arrepentirte y cambiar. Y puedes aprender a caminar en el Espíritu. Dios quiere que tengamos la mente de Cristo. Permite que Dios te de su mentalidad.
Pr. Rafael Vargas S.