Moisés escribió principios de la bendición que están en las escrituras; Dt. 28:1-21 Acontecerá que, si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.
No es lo que tu crees, lo que engrandece tu vida; es lo que tu obedeces, Abram oyó la voz de un Dios que no conocía y no podía ver; aun así, obedeció a la voz de Dios.
El primer paso en el plan de redención de Dios fue apartar a su pueblo de esa sociedad corrupta e idolatra. Apartarse de vivir como lo hace el mundo es la puerta de acceso al poder espiritual y a la bendición. El hombre que camina con Dios siempre alcanza su destino.
Si una Nación, o una iglesia, o un creyente va a tener la bendición de Dios; tiene que separarse para Dios, tienen que apartarse de la forma en cómo vive el mundo. Aquel creyente o aquella iglesia que es como el mundo, no puede hacer nada por el mundo, ni por los mundanos. Mt. 19:29.
Luego que Abram recibiera la Bendición Profética, Dios le dijo que dejara la tierra de Canaán y se fuera a Egipto. Adán y Eva no pudieron apartarse de la seducción del mundo y perdieron el Edén.
Mientras Abram y Saraí permanecían en Egipto, sus pensamientos estaban en la Bendición Profética que había recibido. ¿Dónde estaba la bendición de la tierra? Allí ellos temían por sus vidas. Faraón acostumbraba llevarse a las mujeres hermosas a su palacio para satisfacer sus apetitos carnales. Así que Abram vio cómo el amor de su vida era arrancada de su lado. Nuevamente, ¿dónde estaba la bendición prometida? Abram había confiado en Dios y Dios fue siempre fiel. 1 Cr. 16:21-2221 No permitió que nadie los oprimiese; Antes por amor de ellos castigó a los reyes. 22 No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas.
Luego, Dios le revelo a Abram que iba a tener heredero y que sus descendientes iban a ser incontables como las estrellas en el cielo, y le prometió una porción de tierra. Pero antes de seguir con la palabra profética; Dios requería un sacrificio para sellar el pacto que estaba estableciendo con Abram. Gn. 15:13-1813 Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años…
El plan de Dios no era que Abram tuviera un hijo con Agar; fue la idea de Saraí. Gn. 16:2. Los planes de Dios nunca están hechos de “tal vez”, “quizás”; sus planes son seguros y concretos. Otra prueba para la fe de Abram vino cuando Saraí le reclamo Gn. 16:5-6 …6 Y respondió Abram a Saraí: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Saraí la afligía, ella huyó de su presencia. Una difícil decisión que tuvo que tomar Abram, el confió en Dios y permitió que Agar huyera al desierto.
Dios pidió que Abram se circuncidara como señal de separación del mundo y la maldad de este. Fue una prueba desafiante, era algo peligroso porque implicaba cortar el prepucio de Abram a la edad de 99 años. Solo después que Abraham fue circuncidado, Sara concibió el hijo de la promesa. Si esta prueba no era pasada, Abraham no hubiera alcanzado su destino divino. Gn. 17:4-54 He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. 5 Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
Cuando Abraham tenía 100 años recibió su recompensa, el hijo de la promesa. Pero Dios llamó a Abraham para que pasara por la prueba más difícil que tenía preparada para él. Gn. 22:1-3 1Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto….
Cuando un creyente esta viviendo en medio de la voluntad de Dios; tiene perfecta paz aun cuando esté pasando por la crisis más grande de su vida. Las pruebas en las Escrituras son para beneficio de aquellos que son probados; porque Dios solo prueba a quienes ÉL ha justificado. Sal. 11:5. Gn. 22:15-1815… dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17de cierto te bendeciré,…. por cuanto obedeciste a mi voz. El Dios de la Biblia es un Dios de pactos. Nadie alcanza su destino divino si no vive en pacto con Dios.
Dios hizo un pacto de sangre contigo en la cruz del Calvario, la sangre de Jesucristo te limpiaría de todo pecado y podrías presentarte delante del Padre. La circuncisión de tu corazón te hace obediente a la Palabra de Dios. Todo lo que Dios hace con un hombre y para un hombre es hecho bajo un pacto.
Dios probó a Abraham, y ÉL nos va a probar a nosotros, porque todo aquel que vive por gracia en Cristo Jesús va a pasar por pruebas y tribulaciones. 1 P. 4:12.
Pr. Rafael Vargas S.