La sabiduría testifica que la belleza proviene de Dios. Todo lo que se hizo en la Creación, se hizo a partir de la influencia de la sabiduría, produciendo una belleza indescriptible como expresión de excelencia.
La belleza está en todas partes y anda desplegada por todo lado. Porque la belleza es la marca de Dios sobre la vida misma.
La belleza está en todas partes donde ha estado la sabiduría. Ayudó a definir las múltiples facetas de la creación. Incluso ahora, después de tantos años de abuso por parte de la humanidad, la tierra y todo lo que contiene irradian una gloria y una belleza que apuntan a lo maravilloso que es Dios y todo lo que ÉL hace. Recordemos que el diseño siempre refleja la naturaleza del diseñador.
Las Escrituras declaran que debemos adorar al Señor en la hermosura de la santidad.
Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrenda, y venid delante de él; Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad. 1 Cr. 16:29
Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; Temed delante de él, toda la tierra. Sal. 96:9
Cuán maravilloso es que la santidad, la naturaleza de la verdadera integridad, sea vista como algo bello.
Debemos recordar que el elemento de la belleza es muy valorado por Dios mismo:
“…a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”. Is. 61:1-3
Impacta de manera especial el vs. 3, cuando ÉL habla de la salvación de los quebrantados, y empieza diciendo “a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza;” ÉL está prometiendo convertir las cenizas en belleza. Y continúa la promesa de bendición y belleza relativa a la salvación de los quebrantados cuando dice: óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Esto nos lleva a concluir que: La belleza es el destino de los redimidos en todos los casos.
Descubrir lo que Dios considera hermoso nos abrirá los ojos a Su obra entre nosotros de manera profunda, aumentando nuestro aprecio por la gracia que Él está derramando sobre la vida de las personas que nos rodean.
Es un gran privilegio celebrar el proceso de embellecimiento en el que participa cada creyente. Es real y profetiza que es el plan de Dios traer a cada persona a la belleza en lo que respecta a su pasado, presente y un futuro lleno de esperanza.
Tristemente, muy a menudo hemos confundido el estilo de vida de Jesús con uno que rechaza la belleza. Nuestros esfuerzos por simplificar, y en algunos casos volverse bastante burdos en el nombre de Jesús, nos han costado inmensamente. Hemos bajado nuestro estándar de belleza que de otra manera hablaría de Él visualmente de una manera que las meras palabras no pueden llegar a expresar.
Dios conoce de primera mano el poder del deseo. Toda la creación llegó a existir debido a Su deseo. Eso nos incluye a nosotros. Dios valora y desea la belleza.
Aun en el Jardín del Edén, un lugar de perfecta belleza, Dios dejó espacio para una expresión creativa más. Dios le dio a la primera pareja la responsabilidad de ser fructífero, multiplicarse y sojuzgar la tierra.
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; …Gn. 1:28
Ser fructífero fue un mandato para que Adán y Eva fueran productivos, dejando una marca incluso en el Huerto, siendo participes de la belleza que Dios estaba buscando. Dios no necesitaba sus aportes para completar el Jardín; quería su participación. Este es el corazón de un Padre que anhela ver la plena expresión de Sus hijos en lo que Él ha hecho.
¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición. Pro. 22:29
Si, este pasaje habla de nuestra influencia con reyes terrenales en todo tipo de esferas de autoridad y gobierno. Pero Dios es el Rey Supremo. El valor de la excelencia perteneció a Dios antes de que fuera impartido a los reyes terrenales.
La belleza es una de las expresiones de excelencia. Dios le da un valor alto a la belleza.
Pr. Rafael Vargas