Jesús es la Palabra de Dios hecha carne.
Cuando Jesús habló, la Palabra vino a ser Espíritu.
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Jn 6:63
Declaración hablada
Una de las formas en cómo activar el accionar del Espíritu Santo en una situación es a través de una declaración hablada.
Cuando nosotros seguimos el ejemplo que Jesús nos dio, parados sobre la obediencia y el ejemplo, es cuando el Espíritu Santo entra en acción en el entorno en que estamos hablando.
Cuando el Espíritu Santo entra en acción, el imperio del Rey se manifiesta.
Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Ro. 14:17
Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 2 Cor. 3:17
Si hay libertad y/o se produce liberación esas son señales de que el Rey está presente.
Un acto de Fe
Un acto de Fe es una acción que evidencia el ejercicio de la fe por una persona.
El hecho de que ciertos milagros ocurran por fe y que se vea la manifiesta obra del Espíritu Santo, impide que se pueda observar cómo el accionar del Espíritu Santo fue motivado por un acto de fe.
Hay quienes reciben el testimonio de un hecho de sanidad milagrosa y no reciben su sanidad hasta que ellos empiezan a hacer aquello que parecía imposible que ellos pudieran hacer, y sucede la sanidad esperada.
Imposición de manos
Muchas otras veces se activa el mover del Espíritu Santo a través de la imposición de manos. El poder de Dios habita en el interior de una persona.
Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Mr. 5:30
Al orar por una persona enferma e imponerle manos, este hecho libera poder para terminar con la aflicción de dicha persona.
Un acto profético
Quizá la manera más inusual de liberar al Espíritu sea a través de un acto profético.
2 R. 6:5-7 5 Y aconteció que mientras uno derribaba un árbol, se le cayó el hacha en el agua; y gritó diciendo: ¡Ah, señor mío, era prestada! 6 El varón de Dios preguntó: ¿Dónde cayó? Y él le mostró el lugar. Entonces cortó él un palo, y lo echó allí; e hizo flotar el hierro. 7 Y dijo: Tómalo. Y él extendió la mano, y lo tomó.
El profeta Eliseo cortó un palo y lo echó en la dirección donde el hacha había caído en el río. Y el hacha flotó y fue recuperada. ¿Qué un hacha de hierro flote? ¡Eso es imposible! En términos naturales así es, pero al tratarse de un acto motivado por Dios, el Espíritu Santo será puesto en acción para que sus propósitos sean alcanzados.
Conclusión
A muchos de nosotros nos gusta hacer solamente aquello que entendemos y que suena cuerdo para nuestra lógica y nuestra manera de ver la vida y las cosas en este mundo. Y a Dios le encanta ministrar este aspecto de nuestro operar; nos vuela los chips; demostrándonos que él es EL poderoso Dios que se llama a sí mismo YO SOY EL QUE SOY.
En resumen, podemos decir que el accionar del Espíritu Santo en nuestra realidad se puede activar de las siguientes maneras:
- Cuando un(a) hijo(a) de Dios a través de una declaración hablada pronuncia palabras que son espíritu y son vida. Basados en la obediencia y el ejemplo.
- Cuando un(a) hijo(a) de Dios ejecuta un acto de fe. En la guianza de Dios
- Cuando un(a) hijo(a) de Dios toca a una persona o le impone manos. Basado en la obediencia.
- Y también se da por un acto profético.
La libertad que produce el accionar del Espíritu Santo, es la señal de que el Rey está aquí.