No digo que sea fácil seguir adelante cuando el camino es desconocido, simplemente te digo que es necesario seguir adelante para tener éxito en la vida y en los negocios, incluso cuando tenemos temor. Entonces, ¿cómo eliminamos nuestro miedo? La respuesta es que nosotros no lo hacemos.

Como Moisés y los israelitas, debes entrar en el mar antes de que se parta en dos, pero ¿Crees que no tenían miedo de entrar al mar con el agua hasta el cuello? Por supuesto que tenían miedo, pero lo hicieron de todos modos. 

Todos experimentamos miedo

Nadie te prometió que la vida iba a ser fácil. Nadie te aseguró que seguir principios bíblicos iba a ser fácil o que iba a eliminar nuestros miedos o temores. No hay razón para creer que la vida no tiene por qué ser aterradora. Toda persona que haya vivido alguna vez ha experimentado miedo. Eso no significa que no podamos superar nuestro miedo.

El pequeño y sucio secreto de los verdaderos héroes es que no superan el miedo eliminándolo. Superan su miedo aprendiendo a afrontarlo. El valor no proviene de eliminar el miedo; proviene de la capacidad de actuar y avanzar frente al miedo.

Consideremos el trabajo de un bombero. ¿Crees que un bombero supera alguna vez el miedo a entrar en una casa en llamas? ¡No si tiene algún sentido de supervivencia! ¡Entrar en una  casa en llamas es y  tiene que ser algo que da miedo! Un bombero valiente comprende el peligro, pero es capaz de hacer lo que debe hacer frente a su propio miedo.

No te sientas pequeño o débil porque experimentas miedo; esa es la señal de que aprecias las situaciones graves. El valor se trata de comprender la gravedad de una situación y seguir adelante de todos modos.

El temor al cambio

Permítanme contarles una historia sobre la industria naviera. A inicio de la década de los 50´s se acostumbraba cargar los barcos mercantes haciendo uso de cientos de estibadores y el proceso era tremendamente moroso. Además se tenían grandes mermas de inventario de mercadería que eran robados de los muelles. El problema era serio ya que causaba pérdidas de mercaderías más grandes que la piratería. 

En el año 1956, un señor llamado Malcolm McLean inventó el “container  (contenedor) de carga estandarizado”; mismo que podía ser cargado en las fábricas, cerrado herméticamente y transportado en camiones hasta los muelles. Nadie podía meter allí la mano por su hermeticidad. Allí en los muelles, los contenedores eran cargados por una grúa a los barcos. Al poco tiempo, la mayoría de la carga interoceánica del mundo era despachada en este tipo de contenedores.

¿Cómo creen que se sentían los miles de estibadores? Seguro que no muy bien. Ahora cargar un barco tomaba una fracción de tiempo del que se utilizaba antes y un solo operador de grúa podía hacer el trabajo de cientos de hombres.

El 90% de los trabajadores de los puertos y los fabricantes de sogas para alzar la carga ya no eran necesarios. Era un nuevo mundo, una nueva realidad. Los hombres estaban atemorizados y obviamente enojados con este Malcolm McLean que inventó el contenedor y creó su Cia. Sea Land Co., la cual empezó sus actividades pateando todo lo que se conocía en la industria naviera y sacó del negocio a todos estos trabajadores de los puertos. Fue un cambio enorme, espantoso. Pero este increíble cambio también marcó el comienzo de muchas oportunidades.

Esa clase de cambios son inevitables. Tenemos que aprender a entenderlos y lidiar con ellos porque no podemos prevenir ese tipo de cambios. Recordemos lo que Dios le mostró a Adan, que este no es un mundo estático. ¿Pero cómo enfrentamos este temor? Simplemente: Solo lo enfrentamos. A pesar de todo, nadie se ha muerto de miedo.

El hecho es que vamos a experimentar malestar y temor cuando enfrentamos el cambio. Nos sentimos más cómodos con lo estable, con las situaciones estáticas, pero hemos de entender que esa clase de situación nunca es permanente. Algunas personas encaran mejor los cambios que otras, pero todos tenemos que aprender a hacerlo, y aprender a permanecer de pie en nuestro suelo. Cada uno de nosotros tenemos la capacidad para superarnos personalmente.

Podemos cambiar

Una de las enormes diferencias entre los hombres y los animales es que una vaca, o un camello seguirán estando iguales en cinco años. Nada va a cambiar para ellos. Pero un ser humano es diferente. Nosotros podemos cambiar. Nosotros debemos cambiar. La emoción de estar vivos viene a través de los cambios, y el éxito en hacer dinero viene a través de la habilidad para cambiar y lidiar con el cambio.

Ahora, si tenemos temor al cambio, y si sabemos que el cambio es inevitable, entonces obviamente tenemos que aprender a superar el miedo. La respuesta es simple: Párate a enfrentar el miedo y sigue adelante. Pero, ¿dónde conseguimos la valentía y la fortaleza?

Lo adivinaste, de la Sabiduría divina.

Pr. Rafael Vargas S.

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