Cada don, cada talento, cada habilidad que Dios te ha dado es una oportunidad.
Dios tiene preparada para ti una oportunidad, no es una oportunidad ordinaria ni corriente; se trata de una oportunidad divina. Establecida por Dios mismo y ofertada a ti por el solo hecho que tú eres su hijo y que ÉL te ama. Hoy día, Dios quiere que tú sepas que ÉL te está dando una oportunidad para crecer, para aumentar y para incrementar.
Incremento en tu fe, en tus finanzas, en tu sabiduría y en tu salud. Incremento en cada área de tu vida. Porque este es el deseo de Dios para sus hijos, que haya incremento, que vivamos en crecimiento permanente en nuestras vidas. Nuestro Dios es un Dios al que le gusta que sus hijos progresemos en todas las áreas de la vida.
Si aprendes a identificar y a aprovechar la oportunidad que Dios te da para crecer y progresar, esta es una verdad que literalmente puede cambiar la dirección de tu vida.
Realmente es desesperante ver tantos santos de Dios que andan perdiendo sus oportunidades por doquier, personas que sólo viven para sobrevivir, no para sobresalir. ¿Es posible que tú seas una de esas personas? Tener una mentalidad de conseguir apenas lo imprescindible, apenas lo necesario no es la voluntad de Dios para ti. El te ofrece mucho más.
Echémosle una mirada a lo que Dios dice acerca de traer crecimiento a tu vida: Sal. 115:14 “Aumentará Jehová bendición sobre vosotros; Sobre vosotros y sobre vuestros hijos”. Sal. 71:21 “Aumentarás mi grandeza, Y volverás a consolarme”. Lc. 17:5 “Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe”. Job 8:7 “Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande”. Estos versículos son solo una muestra de lo que la Biblia tiene para decirnos acerca del crecimiento, del incremento. En el Antiguo y en el Nuevo Testamento, para hombres y mujeres, para jóvenes y para ancianos; la oportunidad para crecer, la oportunidad para vivir incremento es ofertada una y otra vez en las Escrituras.
Jesús contó la parábola que hoy por hoy conocemos como la Parábola de los Talentos. Y en resumen dijo que: Un día un empresario rico llamó a tres de sus siervos y le dio a cada uno una cantidad de dinero. Al primer siervo le dio cinco talentos, al segundo siervo le dio dos talentos y al tercer siervo le dio un talento. Este empresario le estaba dando a cada uno de sus siervos mucho más que dinero; él les estaba dando una oportunidad. Una oportunidad para crecer, una oportunidad para incrementar ese capital.
Cada don, talento o habilidad que Dios te da es una oportunidad para vivir un incremento.
El primer siervo agarró su oportunidad, tomó los cinco talentos, los hizo trabajar y ganó otros cinco talentos adicionales. El segundo siervo hizo lo mismo que el primero con los dos talentos que había recibido. Pero, el tercer siervo, en lugar de maximizar su oportunidad, ocultó su talento. ¿Estás agarrando tus oportunidades y las estás haciendo rendir? o ¿Estás ocultando tus talentos?
Es tiempo para que camines y atravieses las puertas abiertas de la oportunidad y clames a los cuatro vientos lo que Dios tiene para ti. ÉL te ha equipado para algo más grande. Tienes talentos, habilidades y destrezas. Maximízalos, sin mayor tardanza. Cada don que Dios te da es una oportunidad para tu crecimiento, es una invitación a vivir en un nuevo y más alto nivel.
¿Por qué muchos cristianos no han agarrado y aprovechado sus oportunidades? ¿Por qué no fueron más numerosos los cristianos que dieron un paso y salieron del estatus quo y se atrevieron a creerle a Dios por más? La respuesta es simple: Una oportunidad tiene que ser discernida. Sería completamente fácil si las oportunidades vinieran con invitaciones o si es que estas apareciesen como productos terminados; pero la verdad es lo opuesto. Las oportunidades llegan silenciosamente y aparecen en forma de semilla. ¿Puedes discernir una semilla? El incremento solo ocurre cuando tú has aprendido a discernir las oportunidades que Dios pone en tu camino.
Tenemos que aprender a discernir las puertas que se abren en nuestro camino. En ese sentido deberíamos analizar ciertos aspectos cruciales como ser: ¿Qué es lo que esta impidiendo que alcances un nivel más alto en tu vida? ¿Cómo podemos desarrollar un instinto para el incremento? ¿Cuál es el secreto de aquellos que han logrado aprovechar sus oportunidades?
Recuerda, tú estás destinado por Dios mismo a vivir una vida de incremento. ÉL está enviando nuevas oportunidades para tu vida hoy día. Cuando tú agarres esas oportunidades, tu vida nunca más será la misma.
Pr. Rafael Vargas S.