Ecle. 3:11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. En cada persona existe un anhelo por la eternidad que ha sido puesto por Dios y el hombre no alcanza a entender. Ese anhelo no es otro que el propósito con el que vivimos. ¿Cuál es mi propósito? Es una pregunta que se hace el hombre de todas las edades.
Cuando las personas alcanzan la mediana edad, se preguntan que han logrado hasta estas alturas de la vida; ¿hice algo importante, algo que tenga valor? y luego se ponen a decidir que van a hacer con el resto de sus vidas. Este es un fenómeno real en esa edad de la vida. Muchos llegan a la conclusión que han estado viviendo sin un propósito específico. De pronto su vida parece carecer de significado. Es entonces cuando muchas personas que atraviesan por esa etapa de la vida empiezan a hacer cosas absurdas: algunas abandonan su matrimonio, y empiezan a tener amoríos, otros renuncian a sus empleos y se van en busca de encontrarse a sí mismos.
Lo crítico de este tiempo, es que cada vez las generaciones más jóvenes están llegando a vivir esta crisis de significado a una edad más temprana. Encontramos jóvenes desilusionados con sus vidas porque no encuentran un propósito por el cual vivir y que no sea la auto complacencia. Incluso personas nacidas de nuevo, llenas del Espíritu Santo, pueden perder de vista su propósito y empezar a sentirse vacías. No se confunda, Dios tiene un propósito para su vida y esta señalado en la Palabra.
Mt. 28:19-20. El mundo esta esperando que encuentres tu llamado y cumplas tu propósito, y así vivas esa experiencia maravillosa de tener una vida de intimidad con Espíritu Santo.
En todos nosotros hay un anhelo por el propósito que Dios puso en nuestro corazón. Hay un anhelo de eternidad. El éxito profesional, los títulos no van a satisfacer ese deseo, tampoco lo hará el dinero, tampoco lo va a hacer tener una hermosa familia o que estés relacionado con las personas más notables del mundo… Que quede claro, no hay nada malo con triunfar en tu carrera profesional, tampoco lo hay en triunfar financieramente; tampoco en que tengas excepcionales relaciones y triunfes en el ámbito social. Pero ninguno de ellos es el propósito principal de tu vida.
Cuando nosotros hacemos de cualquiera de ellos nuestro objetivo # 1, este empieza a apropiarse de nosotros, y con el tiempo sentimos remordimiento por haber desatendido el propósito que Dios tiene para nosotros. La sensación de propósito no se siente satisfecha ni siquiera entregándole la vida a Jesús, porque hay muchos creyentes infelices y que nunca han tenido claro cuál es el propósito para sus vidas. Cada uno de nosotros esta diseñado para tener un propósito. Conocer a Jesús es realmente importantísimo; pero conocerlo no llena nuestro anhelo de significado para nuestra vida.
Muchos cristianos creen equivocadamente que sólo los pastores tienen un propósito para sus vidas dado por Dios. Ef. 1:11 Dios tiene propósito especifico para cada uno. Todos somos llamados por Dios con un propósito, y todos tenemos dos tipos de llamado: uno de propósito específico y otro de carácter general. El primero tiene que ver con los dones y talentos que Dios te ha dado. Algunos están dotados para los negocios, otros para la música y otros para el fútbol. Este llamado también esta relacionado con el llamado especifico en tu iglesia local, tu puedes ser un ingeniero, pero te encanta servir en el ministerio de niños. Espíritu Santo te guía a este llamado especifico que tiene que ver con lo que haces para Dios y para los hombres.
El llamado general, es el mismo para todo creyente. Hemos sido llamados a compartir a Cristo con el mundo. Muchos creyentes solo se enfocan en su llamado específico; y allí es donde empieza la crisis del significado de tu vida; porque tu puedes cumplir a plenitud tu llamado específico (ser médico, ingeniero, abogado, líder de jóvenes) y aun puedes sentirte hueco y vacío, porque no has estado involucrado fervientemente con la misión de llevar a otras personas a los pies de Cristo. El cumplimiento del llamado general va a cambiar tu vida si tan sólo le prestas atención.
Ef. 2:10 Hay propósito para nuestras vidas; ese que es la gran comisión, la cual es compartida con todos los creyentes. Buscar ese propósito va a hacer que tu vida sea osada y llena de satisfacciones.
Jesús le explicó ese propósito a Andrés y a Simón, Mt. 4:19 19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. La propuesta de Jesús no era a hacerlos eruditos, ni religiosos. Su llamado fue “síganme; y los haré pescadores de hombres”; los llamó para pescar a otros y llevarlos al reino de Dios. Jesús mismo nos llama a cada uno de nosotros a hacer lo mismo, porque fuimos diseñados para ello. Nuestra tarea es atraer a las personas a Jesús. Para la única clase de personas que tuvo palabras ásperas fue para los religiosos que andaban juzgando la vida de los demás. La manera de hacer efectivo nuestro llamado general es dando amor y mostrando la belleza de Jesús.
Algunos creyentes dudan en seguir el llamado para alcanzar a otros para Cristo, porque piensan que les falta conocimiento, otros porque piensan que no tienen la personalidad para hacerlo. Pero no tienes que ser un campeón de las relaciones para alcanzar vidas para Cristo. El Espíritu Santo te va a mostrar como alcanzar a la gente que te rodea, te va a usar, va a obrar a través tuyo, es así de sencillo.
Pr. Rafael Vargas S.