El futuro está vinculado con la esperanza. La palabra hebrea para esperanza, significa: una cuerda que puedes agarrar de modo que puedes tener un resultado esperado. Siempre deberías estar atento por tu cuerda de esperanza que está siendo extendida desde el cielo. Yo sé que el resultado de Dios para cualquier situación que me molesta es mejor que todo lo que yo puedo imaginar. Jer. 31:17 17 Esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová…. En medio del cautiverio, Dios se mantuvo profetizando a través de Jeremías, de manera que su pueblo no perdiera su expectativa en ÉL.
Nunca debemos perder nuestra esperanza de ser liberados. Esto es parte del terreno sobre el cual estamos parados. La esperanza está vinculada con la espera de que se manifieste un determinado resultado. Pro. 10:27-29. El pueblo de Dios nunca debe perder las expectativas que tiene sobre ÉL.
El terreno sobre el que nos paramos tiene que estar lleno de esperanza. En Pro. 10:30-31 30 El justo no será removido jamás; Pero los impíos no habitarán la tierra. 31 La boca del justo producirá sabiduría…
Oseas 2:14-15. Cuando estas atravesando tiempos de desierto en tu vida, deberías recordar que una puerta en el cielo se va a abrir. Esa puerta está llena de esperanza. Todo temor e incredulidad van a dejar libres tus emociones, y te vas a parar más fuerte en medio de tu prueba. Esto te va a dar el futuro o el fin que Dios ha planeado que alcances.
Miqueas 2:13 13 Subirá el que abre caminos delante de ellos; abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos Jehová. La unción del quebrantador es la unción que es recibida cuando entendemos que el Ungido, el Mesías, ha partido delante de nosotros y rompió el liderazgo de nuestro enemigo. Aquellos con la unción del quebrantador son aquellos que caminan en el ministerio de un precursor.
La unción del quebrantador va a romper el temor y lo va a alejar de ti conforme te muevas en pos de tu futuro. Para tener un espíritu de superación, necesitas entrar en una relación de intimidad y comunión con Dios. Esto provoca que aquello que Dios quiere que nazca en la tierra sea profundamente concebido en tu ser. Los cristianos vencedores entienden lo que son los dolores de parto. Porque una vez que algo ha sido concebido en ellos, saben que deben trabajar esforzadamente hasta que den a luz. Este no es un tiempo para tener temor, es un tiempo para superarse y para dar a luz. Una persona con un espíritu de superación produce una penetración. Dios está liberando un espíritu de superación que te va a llevar a ser más que vencedor; y a través de esta unción liberada se pueda lograr un rompimiento espiritual.
El futuro está vinculado con expectativas, anticipación o esperanza de una ocurrencia. Estas expectativas pueden hacer que nosotros tengamos una pasión, un gozo, fortaleza y fe en aquello que Dios va a hacer.
¿Por qué el futuro nos puede poner nerviosos? La palabra “futuro” significa “un tiempo que todavía no ha llegado” Sal. 37:37-38. Después que el arcángel Gabriel interpretó la visión de Daniel, él le dijo a Daniel Dn. 8:26 26 La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días. Debido a que pertenecemos a Cristo, estamos confiados del futuro. Tenemos esperanza. No tenemos temor de declarar la esperanza que hay en nosotros.
Los retrasos y el tiempo infinito que abarca nuestra visión crean ansiedad en nuestras vidas, tendemos a ponernos ansiosos a mitad del camino, y el temor nos aplasta. A menudo olvidamos que Jesús solo tuvo tres años para enseñar a un grupo de hombres escogidos quien era EL, a que había venido y que estaba haciendo el Padre de manera que ellos estuvieran preparados para el futuro. Lc. 14:25-27 25 Grandes multitudes iban con Él; y volviéndose, les dijo: 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. 27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Jesús está definiendo lo que implica ser su discípulo. Un discípulo es alguien enseñable y ha empezado a ser enseñado, y así te preparas para el futuro.
Esta parece ser una idea bastante dura, ya que debes dejar padre, madre, esposa, hijos, hermanos y hermanas e inclusive tu propia forma de vida, para que tú puedas ser enseñado por ÉL. Yo creo que este pasaje lo que está diciendo es: “Si vas a aprender de mí, entonces tienes que hacerme prominente en tu vida. Tú no puedes tener un compromiso emocional con algo o con alguien, donde tu devoción sea mayor que la que tienes por mí. Si tú lo tienes, entonces tú no puedes recibir lo que yo estoy tratando de darte, no puedes avanzar hacia tu futuro y representarme en los días por venir”.
Luego, Él les va a enseñar a sus discípulos dos principios mayores. Uno era acerca de la guerra y el otro acerca de la construcción. Lc. 14:28-33 A partir de ello podemos hacernos ciertas preguntas que nos pueden ayudar a determinar si estamos preparados para movernos en los días que están por delante.
- ¿Estas construyendo para el futuro?¿Qué te hizo empezar ese proceso de construcción?
- Si eres líder. ¿Cómo eliges tu equipo? ¿Es tu manto transferible? ¿Estás alineado con la nueva generación?
- ¿Estás desarrollando una estrategia de crecimiento de límites? Un plan para crecer y multiplicarse.
- ¿Cuál es tu estrategia para dar? Dar es el principio celestial que desbloquea el futuro.
- ¿Has evaluado tu escudo de protección? Acostumbras rendir cuentas de tu vida, finanzas etc.
- ¿A quienes influencias y quienes te influencian? Tu provisión está ligada a tu visión.
- ¿Entiendes y eres capaz de resistir la guerra en tu esfera? ¿Qué puede detener tu crecimiento, qué te puede robar tu favor y qué puede bloquear tu influencia? Idolatría, inmoralidad, deshonestidad, arrogancia, malos manejos financieros. ¿Pregúntate qué?
Pr. Rafael Vargas S.