Las personas que son profundamente amadas, consideran a personas como la fuente básica de felicidad. Sus compañeros son muy importantes, no importa cuán ocupadas estén sus agendas, han desarrollado un estilo de vida y forma de usar su tiempo que les permite tener relaciones profundas.
Personas solitarias con frecuencia, lamentan su falta de compañeros cercanos, pero ellos realmente ponen poco énfasis en cultivar amistades. Muchos están tan ocupados ganando dinero, o adquiriendo títulos o construyendo sus hobbies, que no tienen tiempo para dejar que crezca el amor. La regla número uno para profundizar tu amistad es: Asigna la máxima prioridad a tus relaciones.
Cualquiera que ha disfrutado de la intimidad, concuerda con los poetas quienes han estado diciendo por siglos que el amor siempre vale la pena. Cuando un amigo cercano muere, la reflexión que hacemos concluye “que fue mejor haberlo amado y haberlo perdido, que nunca haberlo amado”.
Hemos tenido relaciones que han terminado. En algunos casos las fallas han sido grandes, dejando un residuo de dolor emocional. Aunque la duración del amor hubiera sido corta y el final hubiera sido doloroso, deberíamos mirar hacia atrás con gratitud.
El estereotipo de ejecutivo que es una estrella en su trabajo, pero no tiene amigos fuera del mismo y es un fracaso en el hogar, se ha venido haciendo una constante en medio de la sociedad; contados son los ejecutivos exitosos en las siete esferas de la vida. Se podría argumentar que aquellos quienes fallan en el campo de la amistad también fallan en el campo de los negocios por la misma razón: falta de habilidades sociales. Pero probablemente sea más complicado que eso. Cuando tú guardas cantidades de amor, cuando tienes amigos y familia para ir a tu casa después de un día tormentoso en la oficina, el amor se vuelve como el chasis del camión o como la columna vertebral al cuerpo.
¿Tienes al menos una persona a quien tu puedes llamar en tiempos de aflicción personal? ¿Tienes algunas personas a quienes tu puedes visitar sin advertirles que lo vas a hacer? ¿Tienes algunas personas con quienes tú compartes actividades recreativas? ¿Tienes amigos quienes se prestarían dinero de ti? ¿Tienes amigos que se preocuparían de forma práctica cuando la necesidad lo amerite?
Si la respuesta a estas preguntas es una constante negativa, es posible que tus amistades estén siendo estorbadas por tu vida social. Hay personas que se involucran en todo tipo de clubes y grupos de toda naturaleza que les impiden establecer relaciones cercanas con nadie. La verdad es que uno no puede tener conexiones profundas más que con un número limitado de personas. El tiempo lo prohíbe. Las amistades profundas demandan ser cultivadas por años; noches frente al fuego, largas caminatas juntos, mucho tiempo de conversar, tiempo de compartir la vida y sus experiencias. Por ello, si tu agenda social está demasiado ocupada, no hay tiempo que pueda ser provisto para intimar y garantizar la relación, entonces dicha agenda debe ser cortada.
El amor es el camino a la felicidad. Generalmente no encontramos la felicidad porque la estamos persiguiendo. Lo más seguro es que sea un sub-producto que venga a nosotros mientras nos encontramos en medio de darnos a otras personas. Jesús dijo en múltiples contextos y de diferentes maneras que nosotros nos encontramos a nosotros mismos cuando perdemos nuestra propia vida.
Cuando alcanzas la intimidad en una relación, con ese amigo tú realmente haces un esfuerzo, y rompes las barreras y vas más allá que con el resto. Esto es algo fantástico, llegas a tu casa y yaces despierto debido a que muchas cosas en tu mente y en tu alma han sido abiertas. Y cuando esto sucede, olvidas todo, en especial todo lo negativo que ha estado preocupándote. Es un sentir de descubrimiento, de que algo aquí en tu interior está creciendo, se está abriendo y expandiendo. Y al próximo día estas más optimista y energizado. Ir a través del esfuerzo de compartir, de involucrarse valió la pena. Es un incremento de poder, fortaleza y energía.
¿Por qué rara vez nos relacionamos a este nivel? ¿Por qué tenemos semejante carencia de amigos reales? Una simple razón: No nos dedicamos lo suficiente a hacerlo. Si nuestras relaciones son la mercancía más valiosa que podemos tener en este mundo, uno puede esperar que los hombres y mujeres en cualquier parte deberían estar persiguiéndola con entusiasmo. Pero para muchos, esto ni siquiera ocurre en su lista de metas u objetivos. Ellos aparentemente asumen que el amor “simplemente sucede”. Pero por supuesto solo unas cuantas cosas de valor en la vida “ocurren simplemente”. Y cuando suceden es porque reconocemos su importancia y nos dedicamos a ello.
Tú puedes alcanzar casi todo lo que tú quieres si tú realmente lo deseas mucho, si lo anhelas lo suficiente. Si tú realmente quieres tener un millón de dólares y lo anhelas lo suficiente, tu probablemente lo vas a tener. Si tú quieres amar tú puedes realmente hacerlo, también.
Pr. Rafael Vargas S.