Is. 55:8-9 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. Dios va a hacer cosas conforme a su tiempo y sus caminos.
Los israelitas dejaron Egipto en un día, pero les tomó cuarenta años sacarse la incredulidad que habían incubado en Egipto. A pesar de los milagros relativos a las 10 plagas que envió el Señor sobre los egipcios para que los israelitas pudieran ser libertados, milagros de los que ellos fueron testigos, cuando vieron venir a Faraón con sus 600 carros de caballo en pos de ellos, se aterrorizaron.
Moisés, creyendo en la promesa de Dios y sabiendo que los caminos de los hombres no son los caminos de Dios, se volvió a su pueblo y les dijo: Ex. 14:13-14 “… No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”.
Si sobre tu vida ha sido hablada una bendición profética por una autoridad espiritual, y está basada en la Palabra de Dios, y tú la recibiste creyendo en fe; no temas si un día te das la vuelta y ves que se levantan problemas para perseguirte. Quédate quieto y ve la salvación del Señor. ¡Confía en que ÉL va a hacer lo que dijo que ÉL haría! El problema que ves hoy no lo verás más. Ten paz, y ten presente que el Señor peleará por ti. Los caminos del Señor no son tus caminos, pero al final, te va a bendecir de tal manera que solo ÉL reciba toda la gloria, y así todos sepan que es el Señor quien te bendice.
La fe es tan poderosa que tiene la capacidad de cambiar los pensamientos de Dios. Is. 38:1-2 “En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová”. Al volcar su rostro a la pared, Ezequías estaba dándole las espaldas a los hombres, incluso al profeta Isaías, le estaba dando las espaldas a los síntomas y sufrimiento que estaba experimentando, a la simpatía de amigos y familiares… y al único que él estaba mirando era a Dios. Ezequías no estaba listo para morir. Entonces, él oro al Señor en fe Is. 38:3 “y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro”. El Señor se impactó por la fe de Ezequías para creer que para Dios no hay nada imposible, y le dio 15 años más.
Dios ha hecho que la fe de los hombres sea un factor determinante en la ejecución de sus propósitos y que un requisito indispensable sea volcar nuestro rostro para buscarle sólo a ÉL.
No podemos permitir que las circunstancias que nos rodean influyan negativamente nuestra fe. Porque la Biblia dice que los hijos de Dios caminamos por fe y no por vista. (2 Cor.5:7). Ezequías era un hombre muerto caminado, pero en lugar de enfocarse en su muerte, volcó su rostro de aquello que escuchó, y escogió enfocarse solo en Dios. La próxima vez que tus circunstancias no cuadren con tus expectativas, no te enfoques en la calamidad del momento, en lugar de ello dale las espaldas a lo que está sucediendo en el mundo y enfócate en tu Dios.
Lc. 17:11-14 “Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados”. Jesús pudo ver la fe de estos hombres cuando le pidieron que tuviera misericordia de ellos, pero ÉL no los sano al momento, en lugar de ello les pidió que fueran donde los sacerdotes, quienes eran los que podían decir si estos leprosos estaban limpios como para ser reincorporados a la sociedad. Al pedirles que fueran donde los sacerdotes, ellos pusieron su fe en acción, mientras iban, fueron limpiados. Ro. 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. Los creyentes en Cristo edifican su fe oyendo las promesas de Dios y leyendo los grandes hechos de fe que están escritos en la Biblia.
Como creyentes tenemos que poner nuestra fe en acción. No solo se trata de recibir la bendición de Dios, sino también lograr un buen testimonio a través de nuestra fe.
Todas las cosas que hace Dios las hace a la perfección y en orden. Fil. 1:6 “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Todo lo que hace Dios lo hace con orden divino; por ello también existe un orden para liberar el poder sobrenatural de la bendición profética. Num. 6:27 confirma esto cuando dice: “Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré”. De manera que cuando dice “y pondrán” se refiere a las autoridades espirituales sobre esas vidas y la instrucción exacta dada por Dios en el orden en que debe ser pronunciada esta bendición para liberar SU bendición.
Pr. Rafael Vargas S.