Cuando entramos a este auditorio podemos ver que las paredes están cubiertas con un color de pintura suave aplicado a la cobertura fina de estuco. Sabemos que la pared recubierta de estuco y pintada está adherida a algo que no puedo ver y que la mantiene firme en su lugar. Así es la sabiduría. La sabiduría ve más allá de lo que ven nuestros ojos, y lo hace porque la sabiduría tiene naturaleza profética.
La sabiduría tiene ese tipo de percepción, en el sentido de que ve más allá de lo obvio, en el funcionamiento interno de un tema, o en la existencia de un problema o de un diseño.
La naturaleza de la sabiduría es perceptiva, comprende estructuras, comprende la causa y el efecto, así como comprende la naturaleza de un problema y su respectiva solución. Es el regalo de ver específicamente para la mente.
Es necesario puntualizar que si uno tiene un don creativo y lo que viene de su vida es excelente, PERO le falta carácter, todo está perdido.
El carácter es el pegamento que mantiene la vida de la sabiduría en su lugar y la hace atractiva y efectiva.
Según Pro. 22:29 la excelencia puede llevar a alguien a estar delante de los gobernantes. Esa historia continua en Pro. 23:1-3 NTV “Cuando te sientes a la mesa de un gobernante, fíjate bien en lo que te sirven. Si eres de buen comer, ponle un cuchillo a tu garganta; No desees todos los manjares, porque tal vez tenga la intención de engañarte”. Prestemos atención al vs. 1, ese que dice Cuando te sientes a la mesa de un gobernante.
En Proverbios, existen ciertos temas que aparecen repetidamente para mostrar la naturaleza de la sabiduría. Entre ellos están la creatividad, la excelencia y la integridad. Estos temas proporcionan un contexto medible en el cual nosotros podemos desplegar sabiduría en aspectos prácticos en la vida. Hablemos de la Creatividad.
Podemos ver que cada niño es un artista, especialmente cuando son pequeños; pero algo sucede conforme ellos crecen. Lo que sucede es que el arte se define de una manera en la que muy pocas personas sobresalen. Esa definición del arte confina a los niños que crecieron pensando en sí mismos como artistas, que siempre estuvieron dispuestos a tomar riesgos para expresar lo que estaban pensando o viendo. Como resultado, pierden su chispa de libertad creativa.
La excelencia es una expresión de la sabiduría. Todo el mundo tiene un corazón para ver los resultados de la excelencia.
La razón por la que deseamos y admiramos cosas o personas de excelencia, es porque internamente estamos construidos para buscar y desear lo significativo. Si Dios es lo más valioso y nosotros somos lo que más valora Dios, entonces tenemos en nosotros, en nuestras almas, un anhelo de excelencia, un deseo por lo significativo.
Ya sea que la expresión de este valor provenga del jardinero, el médico o la ama de casa, tiene un lugar en glorificar a Dios y dar testimonio de la verdadera naturaleza de la sabiduría.