los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual día tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas”. Mt. 6:31-34 NVI
Los paganos andan tras – Es una referencia a la preocupación pagana por lo material. Es una vergüenza que los creyentes al poseer principios mucho más nobles, llenen su cabeza y su corazón con las mismas cosas que ellos.
Busquen primeramente – Los creyentes en Cristo habían de seguir buscando el Reino mediante la consagración a valores espirituales y la confianza absoluta en Dios, y Él supliría lo necesario.
No se angustien por el mañana – No hay cordura en añadirle a las preocupaciones de hoy las de mañana.
Pero la esencia central de este pasaje está en la demanda de un gran deber: busquen primeramente el reino de Dios y su justicia. Nuestro deber es “buscar”.
Pablo dijo en su carta a los Filipenses:
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto…” Fil. 3:12.
El cielo es nuestra meta y la santidad nuestro camino. De nada nos sirve la religión si no es nuestro camino al cielo.
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Un buen pastor se preocupa y siente afecto por su rebaño. Con esto ilustra el cuidado e interés que tiene por los suyos, hasta dar su vida por ellos.
“El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará”. Sal. 23:1,2.
David infiere que por ser el Señor su pastor, no le ha de faltar ninguna cosa que sea realmente buena para él, por su experiencia como pastor conocía lo que significaba ser un buen pastor. Y al considerar al Señor como su pastor bien puede decir con total confianza nada me faltará.
El buen pastor siempre te está guiando a buenos pastos. Él sabe que tu necesitas descansar aun cuando tú no reconozcas tu necesidad de hacerlo o no lo admitas. Confía en ÉL lo suficiente para dejarle tus cargas y ten fe que ÉL te va a cuidar. Confía en ÉL lo suficiente como para descansar con ÉL. Podemos reposar en Él porque nos da paz de conciencia y contentamiento de corazón, en cualquier situación por la que estemos atravesando, el alma de los hijos de Dios descansa a gusto en el Señor y eso hace que todos los pastos sean frescos y deliciosos.
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