Te has preguntado alguna vez ¿Cómo son las llaves del Reino que Jesús le dijo a Pedro que se las daría? Démosle una mirada a estas llaves.
Llave No. 1.- Un mensaje. A los discípulos se les dio un único mensaje para predicar. Mt. 10:7 “Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.” Todos en Israel sabían quién era Jesús. Las señales, maravillas y milagros eran demasiado grandes como para poder ocultarlos. Todos ellos eran señales del Reino. Si el Reino estaba cerca, entonces las bendiciones, milagros y sanidades también estaban cerca.
Llave No. 2. Poder.- Es la demostración del poder del Reino de Dios por encima de los reinos de este mundo. Nuestro mensaje seria simplemente palabras si no pudiéramos respaldarlo con poder.
Llave No. 3 Autoridad.- Lc. 9:1-2 “Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. 2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos”
Se dio cuenta, los discípulos no estaban predicando Salvación todavía. Ni siquiera entendían ni conocían acerca de ella. Es más, ellos ni siquiera estaban seguros de cuál era la verdadera identidad de Jesús. Ellos solamente predicaron lo que Jesús les había enseñado y nombrado: El Reino de Dios. Con la predicación venia la demostración del poder del Reino, ejerciendo la autoridad de Jesucristo. Si tu vas a proclamar que tu Reino es el mayor, va a ser bueno que estés preparado para probarlo. Eso es exactamente lo que hicieron los discípulos.
Como cristianos, no tenemos porque tener la boca cerrada. Tenemos las llaves del Reino, y se lo podemos decir a quien quiera escucharnos acerca de ello. Y no solo decírselos sino demostrarles.
Jesús nos dijo que lo probáramos: Jn. 14:12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”
Llave No. 4. Una misión.- Mt. 10:8 “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.” Jesús nos dio poder y autoridad libre y gratuitamente de manera que nosotros pudiéramos hacer lo mismo. Nuestra misión consiste en darlo todo.
El apóstol Pablo, entendió que el mensaje era importantísimo, pero el poder era la prueba. 1 Cor. 2:4-5 “ y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.” Pablo enseñó el mensaje de Salvación y el mensaje del Reino; y el demostró ambos mensajes. ¿Entiendes tu ambos mensajes? ¿Puedes tu respaldar tus creencias con poder? 1 Cor. 4:20 20Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. El mensaje de salvación salvo nuestra alma y cambio su destino. El mensaje del Reino le dio un propósito para vivir y para morir por él.
Llave No. 5. La vida llena del Espíritu. Ro. 8:14 “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” Y Gal. 5:25 “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.” Una vida llena y guiada por el Espíritu es completamente maravillosa. Cuando EL nos guía, nosotros tenemos acceso a los dones y al fruto del Espíritu. Entonces nuestras vidas son diferentes. Pablo nunca se detuvo en su afán de estar mas cerca del Espíritu Santo, era su objetivo primordial. El sabía que era la única forma de cumplir a cabalidad su misión.
¿Tienes intimidad con el Espíritu Santo? ¿Te guía en tu vida? ¿Has tenido acceso al poder de Dios para alcanzar tu ministerio? Tal vez tu has recibido las buenas nuevas del Evangelio de Salvación, pero te ha sido negado el acceso a las buenas nuevas del Reino de Dios. Para afectar, influir y cambiar este mundo lleno de perversión, es necesario que
aprendamos a vivir utilizando las llaves del Reino.
Pr. Rafael Vargas Salgueiro