Mt. 5:66Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. El instinto de conservación de vida que nos mueve a buscar comida y agua es la esencia de esta historia.
Jesús nos está diciendo a través de esta Bendición Profética que la buena vida viene a aquella persona que busca la justicia, tan apasionadamente como una persona hambrienta busca comida para evitar morir. La pasión es lo que convence, Jesús predicó un evangelio de pasión. Mr. 10:29-30
Una acción que conmovió al Maestro es esa que esta descrita en Mr. 2:1-121Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. 2 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. 3 Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. 4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. 5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados…Cuando llegaron los 4 que traían al paralitico, la casa estaba completamente abarrotada de gente. Nadie iba a darles paso. Pero los amigos del paralítico no se amilanaron ante la situación. Arrancaron parte del techo y lo bajaron en una camilla.
Tus problemas no serán resueltos hasta que estés dispuesto a hacer algo apasionado por ellos. Cuando los métodos convencionales no funcionan, tienes que buscar una solución original.
Cuando te estás enfrentando a una situación completamente adversa para ti, en la cual parece que no existe salida, recuerda a Moisés al frente de Israel, rodeado por el mar y a merced de Faraón y su ejército. Él no se quedó a esperar que el Faraón llegara, los capturara y los hiciera regresar a Egipto.
Entonces, camina en el agua, destapa el techo. Apasiónate por llegar a tu tierra prometida. Necesitas ir de lo insuficiente a lo ¡más que suficiente! El hombre de negocios que trabaja con pasión prospera. La pasión por el éxito te va a hacer superar toda clase de obstáculos y toda clase de adversidad.
En todos los retos de la vida, si tu no crees apasionadamente que lo vas a lograr, no lo lograrás.
Cuando nuestro Padre Celestial nos escucha llorar por comida espiritual, eso es música para sus oídos. El abre las ventanas del cielo y derrama el pan de vida, el agua viva, porque es comida para sus hijos.
Debido a la naturaleza del hombre, este se vuelve hambriento y sediento; y no siempre es lo suficientemente sabio como para buscar buena comida. Con frecuencia somos como niños, si algo nos satisface, instintivamente lo tragamos, incluso si envenena el alma. Agarramos todo lo que promete satisfacción. Lo tragamos, lo fumamos, lo aspiramos, lo inyectamos en nuestras venas, lo miramos en pantallas con todo su veneno toxico en nuestra búsqueda de vivir la buena vida. Nunca vamos a encontrar satisfacción en las drogas, ni en el alcohol, ni en las fantasías sexuales, ni en el poder. La satisfacción solo puede ser alcanzada en Jesús.
¿Por qué estamos hambrientos? La respuesta es: ¡Justicia! La justicia es vivir correctamente; es vida vivida según los estándares de Dios. Ignora la justicia de Dios y recibirás la ira de Dios. Escuchemos la voz del faraón en Egipto: “¿Quién es el Señor para que yo obedezca su voz?” y dirigió sus carros en persecución del pueblo judío en el Mar Rojo. Los imponentes muros de agua que Dios separó para los israelitas colapsaron sobre Faraón y su poderoso ejército. En cuestión de segundos, el hombre más poderoso de la tierra fue reducido a comida para peces.
Veamos al lamentable rey Saúl viniendo de la cueva de la bruja de Endor: 1 S 28:1515… Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños.
Bolivia ha rechazado la rectitud. Basta leer la prensa, mirar la televisión, escuchar la radio para ver lo que hoy está sucediendo en nuestro País. Se condena con privación de libertad a gente inocente. Se secuestran niños y niñas. La cantidad de divorcios se ha incrementado a niveles exorbitantes. Asesinatos violentos en extremo con enorme frecuencia. El narcotráfico es cada vez más atrevido, al punto que ha llegado a las escuelas. Muchachos que delinquen en pandillas. Lo que pasa es que el alma de Bolivia está enferma, porque hemos perdido la pasión por la rectitud y la justicia.
Si queremos experimentar la buena vida, esto empieza por tener pasión por la justicia. La Biblia dice en Prov. 14:3434 La justicia engrandece a la nación; Mas el pecado es afrenta de las naciones. Y en Mt. 6:3333 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Dios promete la buena vida a aquellos que diligentemente lo buscan y le obedecen.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Pr. Rafael Vargas S.