Jesús nos hizo una advertencia en cuanto al trigo y la cizaña que es aplicable a todas las áreas en el contexto de la vida cristiana.
“Entonces, los siervos fueron a preguntarle al dueño del terreno: Señor, ¿acaso no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde salió la cizaña? El dueño les dijo: Esto lo ha hecho un enemigo. Los siervos le preguntaron: ¿Quieres que vayamos y la arranquemos? Y él les respondió: No, porque al arrancar la cizaña podrían también arrancar el trigo. Dejen que crezcan lo uno y lo otro hasta la cosecha. Cuando llegue el momento de cosechar, yo les diré a los segadores que recojan primero la cizaña y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero”. Mt. 13:27-30 RVC
Todo lo que Dios hace en nosotros es bueno. Siempre lleva su semejanza y bendición.
No quiero ni por un momento glorificar al diablo, pero tampoco quiero que ignoremos sus artimañas. Él es un ángel de luz caído, que busca engañar. Fue él quien plantó la cizaña en esta historia.
“y dijo: De cierto les digo, que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humilla como este niño ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe”. Mt. 18:3-5 RVC
Ser como un niño se refiere a la necesidad de tener una actitud de humildad, sencillez y confianza en Dios. Jesús lo expuso así, que para entrar en el reino de los cielos, es necesario cambiar la forma de pensar y ser más como son ellos.
Tarde o temprano, cada nación cosechará lo que su gente ha sembrado durante muchos años. Hoy millones de personas se han convencido de que el sexo y el llamado amor libre son aceptables. El matrimonio es considerado como una institución moribunda. El divorcio ya no es visto como algo malo. La fornicación ya no es pecado. Muchos consideran la homosexualidad como un estilo de vida alternativo. Ahora hay quienes desean debatir cuántos géneros existen realmente más allá del masculino y el femenino. Pablo en su carta a los Romanos, en Ro. 1:18-32, construye su argumento acerca del tribunal de justicia y moralidad de Dios.
El apóstol Pablo, bajo la unción del Espíritu Santo, emitió tres acusaciones contra este mundo: tres acusaciones que Dios cumplió en el tribunal de su justicia. Esto es lo que dice la Palabra de Dios.
VC