Un aspecto clave para ser exitoso en el Reino de Dios es la administración de lo que ÉL nos ha dado.
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Mayordomía es el proceso de proteger y aumentar los bienes y recursos de otros. Sólo mediante el cumplimiento de los principios bíblicos de la mayordomía, tendrás una vida de victoria financiera. Si decides no reconocer a Dios como el dueño de tus finanzas, no podrás materializar las bendiciones financieras que ÉL ha asociado a sus preceptos.
Gn. 17:1-2”Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera”. Antes de que Dios pudiera ir más lejos al sellar Su pacto con Abram. Al presentarse a sí mismo como "Yo soy el Dios Todopoderoso" o "El Shaddai", estaba prometiendo el cumplimiento de lo que se había comprometido.
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Esta es la primera vez que el término “El Shaddai” es utilizado para referirse a Dios en las Escrituras, porque ÉL era y es suficiente por sí mismo para cumplir todo lo que ÉL ha prometido. Dios multiplicaría abundantemente a Abram. Él era y es el Dador de Vida; quien iba a restaurar la capacidad reproductiva tanto a Abram, así como a Saraí, porque estaban como muertos.