Cada vez que Dios estaba listo para hacer algo especial y maravilloso, este es introducido a través de un escenario doloroso. Dios permitió la angustia y el dolor con el fin de introducir la nueva situación.
Cuando Dios está listo para hacer algo nuevo en nuestra vida, Él sabe que no estamos preparados para ello, nos encontramos muy metidos en nuestros caminos, atados a nuestro pasado, y apegados a una forma equivocada de pensar para aceptar el cambio. Entonces Dios tiene que hacer cosas para provocar un cambio en nosotros antes de que lo nuevo pueda suceder. Él nos prepara. Una separación de lo que dependíamos anteriormente debe ocurrir para que seamos capaces de verle.
“El Señor habló con Moisés, y le dijo: Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen junto al mar, frente a Pi Ajirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-sefón. El Faraón va a pensar que ustedes los israelitas andan perdidos en esta región, rodeados por el desierto. Pero yo voy a endurecer el corazón del Faraón para que vaya tras ustedes, y seré glorificado en el Faraón y en todo su ejército. Así sabrán los egipcios que yo soy el Señor. Y ellos lo hicieron así”. Ex. 14:1-4 RVC.
.
Una de las preguntas más importantes que tienen los cristianos es: "¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida?". En Gn. 24, se ve que la mano de Dios está sobre sus siervos, ayudándolos a hacer lo que Él quiere que hagan.
Abraham, el padre de Israel, tiene un hijo llamado Isaac. Y llegó el tiempo en que Isaac necesitaba una esposa. Abraham desea obtener una esposa para su hijo. De manera similar, Dios desea tener una esposa para su Hijo, Jesucristo. La Iglesia es la novia de Cristo. ¿Cuál es el deseo del Padre? Es conseguir una esposa para su Hijo y que esté lista para la Cena de las Bodas del Cordero.
Abraham envía a Eleazar, su siervo más confiable en una misión para conseguir una esposa para su hijo. Y Eleazar regresa con una hermosa mujer llamada Rebeca. Abraham personifica al Padre, Isaac personifica al Hijo y Eleazar personifica al "enviado", llamado a salir a buscar a la Novia de Cristo.
La misión de Eleazar es buscar y encontrar una novia para Isaac. El Espíritu Santo obra hoy, llamando a los cristianos a ayudar a encontrar a la Novia de Cristo. Nuestro Padre celestial tiene una gran preocupación: que todo esté preparado para la boda. Dios prosperó a Eleazar y lo ayudó a tener éxito. Dios lo ayudó a completar la misión de su amo.
.
En la historia de la multiplicación de los peces y los panes se aprecia lo siguiente:
8 Andrés, que era hermano de Simón Pedro y uno de sus discípulos, le dijo: 9 “Aquí está un niño, que tiene cinco panes de cebada y dos pescados pequeños; ... pero ¿qué es esto para tanta gente?” 10 Entonces Jesús dijo: “Hagan que la gente se recueste.” Había mucha hierba en aquel lugar, y se recostaron como cinco mil hombres. 11 Jesús tomó aquellos panes, y luego de dar gracias los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados. Esto mismo hizo con los pescados, y les dio cuanto querían. Jn. 6:8-11 RVC.
El vs. 9 puntualiza que eran dos pescados pequeños, ¡Ni siquiera eran pescados grandes! Los panes de cebada eran el pan más pobre de aquel tiempo. A veces hasta alimentaban a los animales con panes de cebada.
Aquí hay un niño pequeño y un almuerzo escaso. Escaso en calidad, en cantidad, y sin embargo, cuando ese niño salió de su casa esa mañana, tenía en su alforja suficiente comida para alimentar a más de 5,000 hombres.
¿Cuál fue la receta de este milagro? Primero, este niño pequeño transfirió su almuerzo a Jesús. Simplemente le dio todo lo que tenía a Jesucristo. ¿Quieres que Dios te use? ¿Le has dado todo a Jesucristo? Tú puedes decir: "¡Esto es absurdo! Necesito algo yo mismo, necesito guardar algo para mí". Pero, necesitas entregarlo todo, es decir, totalmente, todo lo que tienes, todo lo que eres, tu familia, tus amigos, tu reputación; entregar todo, si quieres que Él te use en milagros extremos como este. Quizás digas: "Un momento. Un hombre tiene que vivir". Y la respuesta es NO, un hombre tiene que morir. Y tiene que enfrentarse al Señor.
.
Una forma práctica para que el creyente acceda a la autoridad y el poder de la cruz es por medio de participar de la Santa Cena.
El hecho de participar de la Santa Cena nos introduce a experimentar una realidad espiritual poderosa. La Santa Cena es un muy buen ejemplo de la conexión de lo físico con lo espiritual, y al mismo tiempo te permite la plena participación en los logros de la crz.
La Santa Cena es participar de la evocación de una gran bendición.
“La copa de bendición por la cual damos gracias, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?” 1 Co. 10:16 RVC
.
A pesar de que Jesús hizo el milagro de multiplicar unos cuantos panes y peces y dio de comer milagrosamente a una multitud. Es bueno dejar establecido que Jesús no vino a esta tierra para alimentar a la gente con pan físico. Él vino para salvar almas y dar vida eterna.
Al no hallarlo en el lugar del milagro, cruzaron el lago con dirección a Cafarnaúm.
“Cuando lo hallaron al otro lado del lago, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? Jesús les respondió: De cierto, de cierto les digo que ustedes no me buscan por haber visto señales, sino porque comieron el pan y quedaron satisfechos. Y luego, Jesús dijo: Trabajen, pero no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual el Hijo del Hombre les dará; porque a éste señaló Dios el Padre”. Jn. 6:25-27 RVC
“Entonces le dijeron: ¿Y qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Jesús les respondió: Esta es la obra de Dios: que crean en aquel que él ha enviado”. Jn. 6:28-29 RVC.
.
Hace más de dos mil años, un día viernes, la humanidad clavó al Hijo de Dios en una cruz de madera. En ese día, muchas cosas acontecieron. El diablo se rió, la gente se burló y el Padre Celestial le dio la espalda a su Hijo. Jesucristo murió y resucitó por todo el mundo. Mientras Jesús agonizaba en la cruz, ocurrieron muchos milagros.
Según el evangelio de Mateo, cuando Jesús murió en la cruz los acontecimientos se suscitaron así :
“Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde hubo tinieblas sobre toda la tierra. Cerca de las tres de la tarde, Jesús clamó a gran voz. Decía: Elí, Elí, ¿lema sabactani?, es decir, Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Algunos de los que estaban allí, decían, al oírlo: Está llamando a Elías. Al instante, uno de ellos corrió y tomó una esponja, la empapó de vinagre y, poniéndola en una caña, le dio a beber. Los otros decían: Deja, veamos si Elías viene a librarlo. Pero Jesús, después de clamar nuevamente a gran voz, entregó el espíritu. En ese momento el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros se abrieron, y muchos cuerpos de santos, que habían muerto, volvieron a vivir. Después de la resurrección de Jesús, estos salieron de los sepulcros y fueron a la santa ciudad, donde se aparecieron a muchos. Al ver el terremoto y las cosas que habían sucedido, el centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, se llenaron de miedo, y dijeron: ¡En verdad éste era Hijo de Dios!” Mt. 27:45-54 RVC
.
Opinar sobre cualquier tema no cuesta nada. Todos tenemos opiniones acerca de casi todo en la vida. Las opiniones son fáciles de formar. Solo un poco de información con el conjunto correcto de circunstancias, y nace una opinión. No son necesariamente malévolas. Simplemente es difícil adquirir sabiduría de una opinión porque no tiene consecuencias. Las decisiones, por otro lado, son lugares maravillosos para aprender sabiduría, si alguien así lo desea.
Como cualquier otro fan del fútbol, tengo mis opiniones en cuanto a qué jugadores son los que deberían jugar, qué clase de formación táctica deberían tener dependiendo del rival y así sucesivamente. El punto es, que para mí fue y es fácil tener una opinión en cuanto al juego; al final de cuentas, no me cuesta nada. Pero los jugadores, los entrenadores, los dirigentes, todos ellos de una u otra manera pagan por sus decisiones. Porque ellos lo viven, lo practican, lo fomentan e incluso para una buena parte de ellos es su fuente de ingresos.
Un Director Técnico Opino-logó siempre tiene la razón y vive con el engaño sutil de que sabe de qué está hablando. Si jugar un partido en cualquier deporte fuera tan fácil, no habría un nivel profesional, ya que todos serían capaces de hacerlo. Vemos el fútbol, y nos encanta ver la Premier League porque nos gusta ver la excelencia que se ha formado a través de la devoción, la disciplina y la capacidad atlética de los jugadores.
.
“Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda”. Is. 30:21
El Espíritu Santo es el consolador. Permanentemente los caminos donde Él nos guía son desafiantes, y con frecuencia nos lleva más allá de nuestra zona de comodidad. En realidad, Él nos guía a donde uno necesita de la comodidad que solo Él nos puede dar.
Hay una enorme diferencia entre la advertencia que el Espíritu Santo nos da cuando algo es falso y la incomodidad que sentimos cuando ese algo está fuera de nuestro entendimiento. Aprender la diferencia es muy importante. Tenemos que aprender el privilegio de reconocerlo en nuestros tiempos privados con el Señor.
.
Los que pasaban tiempo con Jesús eran siempre transformados por el encuentro y la relación continua que tenían.
Lo que es difícil de entender e imposible de explicar es que Él es cien por ciento Dios y cien por ciento hombre. Ese es el gran misterio. Lo más importante de ver y entender es que Jesús no hacía nada como Dios. Él eligió vivir con las restricciones propias del hombre. Por esta razón dijo: “…El hijo no puede hacer nada por sí mismo…” Jn. 5:19 RVC. Aunque es el Hijo de Dios, decidió vivir con las limitaciones del hombre para poder dejarnos un modelo a seguir.
Es Dios quien continuamente prepara el escenario para trabajar en conjunto con personas imperfectas en una relación de colaboración.
Con su ejemplo, Jesús nos enseña dos condiciones que son esenciales para imitar la vida, la presencia y el poder que Él manifestaba. La primera es que Jesús no pecó. La segunda condición es que Jesús fue empoderado por el Espíritu Santo. Jesús como humano no tenía poder, hasta que el Espíritu de Dios vino sobre Él en las aguas del bautismo.
.
Para que desarrollemos un enfoque claro y fortaleza de fe es necesario que tengamos la convicción de que Dios es Padre bueno. La manera en que lo vemos a Él determina nuestra manera de pensar y obviamente de vivir.
Según como comprendemos a Dios, así lo representaremos.
Cuando hablo de la bondad del Señor, no me olvido de que Él también expulsó a los mercaderes del templo.
“y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas…” Jn. 2:14-16 RVC
¡Esto también es amor, porque Jesús aborrece todo lo que distorsiona la imagen del Padre! Los líderes religiosos de la época usaban su posición para beneficio propio.
En Marcos capítulo 9, está registrada la única ocasión en la que los discípulos no pudieron ver un milagro, fue en su intento de liberar y sanar a un muchacho que iba a ser arrojado al fuego.
.