Mt. 11:28-30 28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Jesús vino a este mundo a ofrecernos tener una relación personal con Dios. Esta relación nos proporcionaría el beneficio de hacernos descansar de nuestras cargas y tribulaciones.
Analizando la vida de Jesús, apreciamos aspectos que resaltan, como que ÉL estaba conectado con el Padre. Él se apartaba para estar a solas con Dios y pasar tiempos de comunicación intensa a través de la oración. Mt. 14:23.
Jesús sabía que los mensajes que ÉL compartía no eran propios. Jn. 12:49 49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Jesús era guiado por Espíritu Santo. Lc. 4:1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto. Conforme transcurría la vida de Jesús, ÉL se acercaba cada vez más a su Padre. Lc. 2:52 52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. Jesús crecía en su relación con el Padre; y cuando estamos en una relación con Jesús nosotros también crecemos. No se trata de seguir reglas, ni se trata de guardar tradiciones; nuestra vida en Cristo está basada sobre el crecimiento de esta relación con Dios.
Crecer en el favor de las personas implica que se ha invertido tiempo en escucharles y amarles; se ha sido paciente y amable, implica que se han tenido actitudes que muestran respeto por las personas y que nos hemos preocupado por cuidar sus intereses. En otras palabras, ganamos el favor de las personas cuando somos compasivos con ellas.
El hecho que Jesús creciera en gracia para con Dios y los hombres, nos da una muestra que ÉL NO sólo se preocupaba de su bienestar espiritual, a ÉL también le interesaba conectar a los demás con el Padre. Para Jesús, crecer en el favor de las personas era una prioridad y ese es un aspecto que no podemos dejar de lado. Porque si nosotros sólo espiritualizamos todo, entonces sólo estamos prestando atención a la parte en que Jesús crecía en gracia para con Dios, dejando de lado lo que continúa y se refiere a tener el favor de los hombres.
Dios está interesado que nuestra evolución y crecimiento se dé en todas las áreas de nuestro ser, y esto incluye nuestras relaciones con los demás. Nunca debemos olvidar que debemos crecer en nuestra relación con Dios en forma vertical y también nuestra relación con los demás en forma horizontal.
Todos tenemos diferentes fortalezas, destrezas y dones; pero podemos mejorar cada área de nuestra vida. Jesús crecía continuamente en el favor de Dios y de los demás hombres. En la Biblia apreciamos que ÉL no fue el único en hacerlo, allí todo gran líder funcionaba como ÉL, estaban conectados con Dios y poseían una alta influencia en los demás. El concepto de tener comunión íntima con Espíritu Santo, no es un concepto nuevo.
Ej. Daniel estaba cautivo en Babilonia, allí estudio su cultura, idioma y costumbres. Su integridad hizo que se mantuviera firme en cuanto a sus creencias. Cuando le ofrecieron la comida del rey, el prefirió comer una dieta basada en vegetales y agua, y se negó a comer alimentos que estaban marcados como prohibidos en la ley de Dios.
Cuando el rey aprobó una ley que prohibía orar por un periodo de 40 días, Daniel continúo orando a diario tres veces como acostumbraba hacerlo. Por esa acción fue echado en el foso de los leones, pero allí Dios lo protegió y como Daniel había ganado influencia con el rey, esa noche este no pudo conciliar el sueño. Al día siguiente muy temprano corrió al pozo de los leones para ver qué había sucedido y encontró a Daniel ileso. El favor que Daniel encontró en el rey aunado al milagroso poder de Dios en su vida, hizo que ese rey empezara a servir a Dios.
El apóstol Pablo, fue entrenado en lo mejor de lo mejor en materia de educación judía, comprendía la cultura y estaba bien posicionado para influenciar a los líderes religiosos de Jerusalén. Cuando se acercó a ellos, les hablo en su idioma, respeto sus leyes y se vistió como lo hacían ellos. Y cuando Pablo visito Atenas, que era una de las ciudades griegas más importantes de su tiempo, él se reunió con los intelectuales de esa ciudad y allí en lugar de citar la ley judía como lo había hecho en Jerusalén, él se conectó con los griegos citando a sus poetas y filósofos. Obviamente que empezó la conversación mostrándoles respeto. Hch. 17:18-23 18Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él; …. 22Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; 23porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio.
¿Cuánto tiempo habrá invertido Pablo estudiando la cultura griega?, él citaba poetas griegos, así como mencionaba porciones de la Tora. La actitud de vivir en comunión con Espíritu Santo la resumió así: 1 Cor. 9:19-23 19Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. 20Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos ….. Pablo se tomó el tiempo para entender a la gente con la que hablaba y de eso se trata también vivir una vida inmersa en el Espíritu Santo.
Jesús es nuestro modelo perfecto. ÉL era dirigido y facultado por Espíritu Santo y fue capaz de conectarse con la gente de su tiempo. El escuchaba a las personas y era receptivo a ellas. Sin importar cuan alejados de Dios estuvieran, él no se sentía ofendido por ellos. Jesús tenía el favor de Dios y de los demás. La idea es que así lo tengamos nosotros también.
Pr. Rafael Vargas S.