He visto en diferentes lugares, personas intentando compartir su fe; pero cuando uno mira la reacción de la gente a esas iniciativas uno fácilmente puede darse cuenta que esos métodos ya no son efectivos.
A pesar de su buen corazón, muchos de estos evangelistas bienintencionados hacen más mal que bien. Están metidos en una rutina de confrontación, que sencillamente no funciona. Y no es que la gente se oponga al mensaje; cuando se comparte de la forma correcta, uno no puede encontrar un mensaje más precioso que las noticias acerca de Jesús. Nosotros, como seguidores de Cristo, tenemos que cambiar la forma en como compartimos el mensaje. El mensaje no necesita ser cambiado, los que tenemos que cambiar somos los mensajeros. Y como resultado lograr que las personas se acerquen a Cristo y quieran conocerle.
Vivir sintonizado con Espíritu Santo no es cosa de otro mundo, todo lo que necesitamos hacer son dos cosas muy importantes: i) Seguir la dirección de Espíritu Santo y ii) Respetar a las personas. Cuando uno permanece en sintonía con Espíritu Santo, ÉL te guía. Ro. 8:14.
Él te abrirá el acceso a la vida de otras personas. En vez de ser autoritario y andar condenando a las personas, compartir el evangelio se convierte en algo natural y vivencial. El cristianismo no tiene por qué ser severo ni rígido.
El bautismo implica inmersión, estar empapado, y éste caminar trata de ello, de estar inmerso y estar empapado en el Señor; en nuestro tiempo estar inmerso y empapado del Espíritu Santo. No se trata de que tú seas grande, ni famoso; ni que tu pastor lo sea, ni que tu iglesia lo sea, se trata de que ÉL té guie.
Llevar una vida de intimidad y comunión con Espíritu Santo abre la puerta de lo que ÉL puede hacer a través de ti. Y eso te lleva a vivir mucho más de lo que jamás has imaginado que era posible que tu vivas. Efe. 3:20
El primer paso es siempre empezar con respeto. Esto es clave. No se trata de aplicar ninguna fórmula; se trata de escuchar a Espíritu Santo en ese momento preciso
Cada situación tiene su propio contexto, y Dios tiene una solución especifica en cada tiempo y lugar. No se trata de andar con recetas, ni siquiera de tus propias experiencias, se trata de tener comunión con ÉL.
Lo que funcionaba hace 30 años atrás ya no funciona hoy en día. El lenguaje ha cambiado, los valores se han ajustado a otra realidad. Los jóvenes de este tiempo piensan diferente de cuando éramos jóvenes, necesitamos tener ideas frescas del ser más contemporáneo que conocemos: Espíritu Santo. Pablo, lo entendía muy bien; cuando él estaba con judíos, respetaba las tradiciones de los judíos, pero cuando estaba con los gentiles, adoptaba otras costumbres. Eso no significa que él era un hipócrita ya que él definitivamente no comprometía sus creencias. Él solo ajustaba su forma de actuar para que los demás se sintieran cómodos con él. 1 Cor 9:22
Necesitamos ver el mundo a través de los ojos de Dios, Espíritu Santo nos ayuda a hacerlo de manera efectiva. Cuando tu adoptas esta posición, ÉL puede actuar a través de ti, lo que viene a ser algo emocionante y conmovedor. Ya que puedes confiar en ÉL y permitirle que sea ÉL quien actué a través de ti y haga lo que ÉL quiere hacer.
Necesitados no son solamente los que carecen de recursos materiales; conozco a muchos profesionales exitosos en términos del mundo, a muchos empresarios exitosos en términos del hombre, a muchas figuras políticas exitosas en términos de nuestra sociedad; quienes espiritualmente están secos, viven indiferentes o están engañados espiritualmente. Quien puede convencer a un pseudo-intelectual que está equivocado, necesitado, que está perdido y que es “pobre” espiritualmente hablando. Quien puede convencer a un verdadero intelectual de ello; y no se trata de confrontar puntos de vista; se trata de presentar un evangelio practico, aplicable, vivencial, contemporáneo. A esto nos ha llamado el Señor, a ser portadores de su amor y su poder, a que dondequiera que vayamos, seamos luz a los hombres.
Somos el Cuerpo de Cristo y estamos aquí en Bolivia para traer la bendición del cielo a esta Nación. Tu mi hermano, tu mi hermana eres su boca, eres sus ojos, eres sus oídos y eres sus manos; porque somos el Cuerpo de Cristo acá en la tierra y el Espíritu Santo de Dios está guiando nuestros pasos.
Si ÉL te da una palabra de sanidad para alguien, háblala en el nombre de Jesús. Hablemos palabras de fe y no palabras de miedo… y veamos lo que Dios puede hacer.
Prosperado y bendecido soy. Hombre gozoso y lleno de fruto. Caminare por la vida con la sabiduría que proviene de Dios y su Espíritu será mi guía.
Pr. Rafael Vargas S.