1 Cor 13:4-8 4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. En pocas palabras “El amor no es posesivo”.
Un rasgo de la personalidad se lleva el premio para el funcionamiento de las relaciones más que cualquier otro. Es una característica encontrada en algún grado en cada uno de nosotros, pero cuando se va de las manos, esta es siempre destructiva y aleja a las personas. Me estoy refiriendo a la tendencia a controlar a otros. Este villano con frecuencia se hace pasar como amor. Pero el efecto es para sofocar, y yo nunca he conocido una persona que no trate de huir de los manipuladores.
Un sabio desconocido escribió: “Existe un secreto sencillo, el que ama le permite al ser amado ser libre”. Aquellos que gozan de conexiones exitosas son aquellos que permiten que sus seres amados tengan espacio para moverse en libertad y con confianza. En lugar de poseer a sus amigos, ellos tratan de ayudarlos a que se expandan, a que crezcan, a que maduren y se vuelvan libres.
De manera que la regla número 5 es: Crea espacio en tu relaciones.
Una investigación de relaciones en cientos de parejas de todo tipo: divorciadas, recién casadas, viviendo juntas sin casarse, casadas que están “fundidas”, felizmente casadas con décadas de matrimonio exitoso, dio por resultado que: dos temas sobresalen en medio de todos: 1. El anhelo de tener una relación de compromiso. Y 2. El deseo de libertad. A pesar que estos dos impulsos parecen ser mutuamente excluyentes, se pudo observar que los mejores matrimonios y los mejores amigos han logrado hacer espacio para ambos en sus relaciones. Todos necesitamos espacio para respirar. Cuando relaciones prometedoras de pronto se rompen, generalmente es porque uno de los socios estaba manipulando o estaba enclaustrando al otro.
Desafortunadamente, la tendencia por tratar de conseguir el control y manipular a nuestros seres amados es alentada por muchas personas, hay quienes sugieren que seamos más agresivos e intimidadores, de manera que podamos ser el mandamás. Pero este tipo de punto de vista de las relaciones interpersonales como si se tratara de actuar en un campo de batalla es realmente trágico, y lo único que produce es soledad. Ganar debido a la intimidación puede producir ventas, pero jamás producirá amigos.
Si vez a tus contactos como luchas de poder y si tu objetivo es dominar a otros, deberías revisar la biografía de un hombre que fijo su objetivo de vida en esos términos. Su nombre era A. Hitler.
A menudo nosotros controlamos a nuestros seres amados sin darnos cuenta que estamos cercenando su libertad. Esta es la relación de tres diferentes tipos de manipuladores, capaces de exprimirle hasta la última gota de sangre en caso que se vean en apuros: 1. El manipulador que se hace cargo de las cosas. 2. El manipulador que anda diciendo pobre de mí y 3. El manipulador que necesitar ser necesitado.
1.- El manipulador que se hace cargo de las cosas. Esta es la persona que tiene que ser más inteligente y más fuerte que tú para que este feliz contigo. Por lo general se trata de personas que son algo inseguras, pero tratan de ocultarlo. Extraño como parezca, la persona que siempre trata de mostrarse como superior, puede tener sentimientos de inadecuación neuróticos. Las mejores amistades no requieren que nadie tenga una ventaja. Más bien, hay un beneficio común en el cual cada socio es libre de ser débil en ciertas ocasiones sin tener que temer que el otro se va aprovechar. Si tú eres seguro, nunca vas a tener que maniobrar para controlar ni enseñorearte sobre tus amigos.
2.- El manipulador que anda diciendo pobre de mí. Esta persona es todo lo contrario a la anterior, esta manipula aparentando debilidad. Son personas que se aferran a uno, te hablan tres horas de lo desgraciadas que son sus vidas o sus circunstancias; al punto que no puedes detenerlas de quejarse y quejarse. Hasta que al final uno tiende a evitarlas como si se trataran de una plaga. Generalmente terminan convirtiéndose en gente solitaria.
3.- El manipulador que necesitar ser necesitado. Son esas personas que alientan y animan a que otras personas sean dependientes de ellas. En lugar de paralizarnos con dependencia, una amistad fuerte puede liberarnos. Hay matrimonios entre personas dotadas y agresivas quienes se nutren entre sí sin preocuparse quién es el mandamás.
Los amigos pueden ser libertadores más que inhibidores, si dos de Uds. pueden establecer reglas para mantener su libertad desde un principio, les va a ir bien.
Seis sugerencias para crear mayor espacio en sus relaciones:
- Se cauto con el criticismo – No hables de los demás.
- Emplea el lenguaje de la aceptación. – Aceptación no es aprobación.
- Anima a tus amigos a ser únicos – Cada uno tiene sus propios sueños.
- Permite la privacidad, existe necesidad de estar a solas de tanto en tanto.
- Alienta otras relaciones – No seas celoso.
- Prepárate para cambios en tus amigos – Las personas crecen y maduran.
Pr. Rafael Vargas S.