Tarde o temprano, cada nación cosechará lo que su gente ha sembrado durante muchos años. Hoy millones de personas se han convencido de que el sexo y el llamado amor libre son aceptables. El matrimonio es considerado como una institución moribunda. El divorcio ya no es visto como algo malo. La fornicación ya no es pecado. Muchos consideran la homosexualidad como un estilo de vida alternativo. Ahora hay quienes desean debatir cuántos géneros existen realmente más allá del masculino y el femenino. Pablo en su carta a los Romanos, en Ro. 1:18-32, construye su argumento acerca del tribunal de justicia y moralidad de Dios.
El apóstol Pablo, bajo la unción del Espíritu Santo, emitió tres acusaciones contra este mundo: tres acusaciones que Dios cumplió en el tribunal de su justicia. Esto es lo que dice la Palabra de Dios.
“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”. Ro. 1:18-20
Lo que nos dice este pasaje es que: La ceguera espiritual del mundo es inexcusable. Y lo es porque hemos elegido ignorar nuestra conciencia. Dios ha puesto en el corazón de cada persona una conciencia. Y ésta está ahí para ayudarnos a discernir entre el bien y el mal. Sin embargo, los hombres han optado por cauterizar la conciencia. Muchas personas en nuestro país ya no pueden distinguir entre el bien y el mal. Vivimos en una época en la que los pecados que antes se escondían por los callejones ahora se pavonean por las calles principales. ¡Los pecados que antes nos avergonzaban ahora nos divierten!
“Porque lo que se conoce acerca de Dios es evidente dentro de ellos, pues Dios se lo hizo evidente. Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa”. Ro. 1:19-20 LBLA
Todo en este universo lleva este sello: “Hecho por Dios”. Sin embargo, muchos han optado por ignorar a Dios, para asegurarse de que no tenga cabida en el gobierno de nuestra Nación, ni en el sistema de educación público. Muchos seres humanos hasta se burlan de Dios abiertamente en el cine. Dios es satirizado, ridiculizado, maldecido y culpado de todos los desastres económicos y físicos de la vida.
¿Qué dice la Biblia en el versículo 18?
“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia restringen la verdad”.
Se ha optado por sofocar, reprimir y suprimir la verdad. No es que nunca la hayamos recibido; hemos optado por restringirla.
“Jesús dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida …” Jn. 14:6.
Como nación, ignoramos, sofocamos y restringimos su mensaje. Y hemos decidido dejar de basar nuestros estándares en lo que dice la Biblia; a menudo, los basamos en lo que dicen los expertos. Hemos optado por ignorar a Cristo. Nuestra ceguera es absolutamente inexcusable.
La raíz del problema es el problema de su corazón. Hasta que el corazón del hombre no cambie, su vida nunca cambiará. Veamos lo que la Biblia dice sobre el hombre. Marcos dijo que sus ojos son malvados. David dijo que su boca es engañosa. Isaías dijo que sus labios son impuros. Santiago dijo que su lengua es indomable. Pablo dijo que su garganta es un sepulcro abierto. Jeremías dijo que su cerviz está rígida. Mateo dijo que sus ojos están apagados. Isaías dijo que sus manos están llenas de sangre. Salomón dijo que sus pies son rápidos para el mal. Job dijo que sus huesos están llenos de pecado. No importa cuán elocuente, cuán poderoso o rico sea o llegue a ser, la Biblia dice que el hombre es pecador. Es posible vestir a un hombre con un traje nuevo, ¡pero solo Dios puede vestir a un hombre nuevo con un verdadero traje nuevo!
“Pues, aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se volvieron necios” Ro. 1:21-22
¿Cómo llegó nuestra nación a convertirse en una nación sumida en el pecado profundo?
La indiferencia. La Palabra de Dios dice en la primera parte del versículo 21:
“Pues, aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido” LBLA .
Dios nos ha dado esta tierra para vivir, aire fresco para respirar y abundantes bendiciones por doquier. Ignorar a Dios es la esencia del egoísmo. Nuestras creencias son irracionales porque nos hemos vuelto indiferentes a Dios. Necesitamos un temor reverente de Dios. Necesitamos temer a Dios más que a los hombres.
El uso indebido de la imaginación. Al final del versículo 21 dice: “… se hicieron vanos en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido”. Cuando una persona se niega a poner su mente en las cosas de Cristo, su mente se convierte en un jardín lleno de maleza. Creamos nuestro pecado con nuestra imaginación. La mente humana se ha llenado de la maleza del pecado, la apatía y la indiferencia. ¡Nuestra cultura ha usado su creatividad para crear el mal!
Muchas de las creencias de nuestros coterráneos están llenas de ignorancia. Cuando una persona se niega a creer la verdad, cree la mentira suprema. La mente no puede vivir en el vacío. Cuando una persona niega la verdad, la distorsiona. Se convierte en un idólatra practicante.
Vivimos en una época en la que los hombres quieren entronizar el razonamiento humano y destronar la revelación divina. Vean el versículo 22:
“Profesando ser sabios, se volvieron necios”.
La palabra «sabio» aquí significa «hombre erudito», «hombre culto».
¿Saben lo que dice Dios? El hombre se cree sabio, pero yo digo que es necio. Cuando uno parte de una premisa errónea, siempre llega a una conclusión equivocada.
Las naciones creen que la educación resolverá todos sus problemas. Nos estamos alejando cada vez más de Dios. No estoy en contra de la educación, por el contrario, animo a los jóvenes a que busquen la mejor educación posible. Pero mucha gente cree que la educación tiene la solución a todos nuestros problemas. Cada vez que hay una crisis, enarbolamos la bandera de la educación y decimos que la educación nos ayudará a salir de nuestros problemas.
El mundo dice que necesitamos más educación, pero necesitamos más salvación. El mundo dice que necesitamos más cultura, pero necesitamos más del Calvario. La educación es buena, pero la educación por sí sola no resolverá nuestros problemas. No queremos lidiar con los problemas. Queremos sentirnos bien con el pecado, hacerlo más sofisticado. Mientras el hombre se proclama sabio, Dios dice que es un necio. Es un necio porque ha elegido ignorar lo que es correcto.
Puede que no nos inclinemos a adorar palos o piedras, pero nuestros ídolos a veces vienen en diferentes formas: A veces ruedan por las calles, a veces pueden venir en forma de viajes de vacación, a veces vienen como cuentas bancarias. Cada vez que adoramos algo creado por el hombre, Dios lo llama idolatría.
Pr. Rafael Vargas
