¿Cuál es el beneficio de aprender acerca del poder que existe en la Bendición Profética si no sabes cómo aplicarla a tu vida? ¿De qué sirve que sepas que amas a alguien si no lo vas a decir?, de igual manera una bendición, no puede ser bendición hasta que sea pronunciada verbalmente por una autoridad espiritual.
Dios nos dio un poder especial, el cual reside en nuestras palabras, estas pueden bendecir o maldecir. El hombre es la única criatura a quien Dios le dio la capacidad de comunicarse a través de palabras. Las palabras son una transcripción de tu mente y son un reflejo de tu corazón. Jesús era muy consciente de lo que revelan nuestras palabras, por eso dijo: Mt. 12:34 “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca”.
Las palabras tienen el poder para traer alivio y sanidad, o traer dolor y destrucción. Stgo. 3:6 “Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno”. La lengua es más mortal que una serpiente de cascabel y está siempre está lista para atacar.
¿Cuántas relaciones de amigos, hogares, iglesias han sido destruidos por el poder de la palabra? Palabras tóxicas corrompen y contaminan la mente. Hay palabras de amargura y de muerte. Cada uno de nosotros alguna una vez hemos sido envenenados por el poder de las palabras. La Biblia enseña que el poder de la vida y la muerte residen en la lengua. Jesús fue asesinado por palabras de calumnia antes de que los romanos lo crucificaran. Pro. 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos”. Las elecciones posibles que nos da Dios son muerte o vida, no hay punto intermedio. Todo lo que sale de tu boca produce esperanza o desesperación, bendición o maldición, vida o muerte. Stgo. 1:26 NVI.
Cuando propagas calumnias, mentiras o juicios acerca de una persona es como si agarraras una almohada de plumas, la cortaras y dejaras que el viento las esparciera; y cuando te arrepientes de lo dicho, la restitución apropiada debería ser ir a recoger cada una de las plumas esparcidas; y eso es una tarea imposible de ser ejecutada. Así como no puedes recoger las plumas que han sido llevadas por el viento, no puedes hacer reparaciones por el daño que han hecho tus palabras. Una vez que las palabras han sido pronunciadas son como plumas, estas fácilmente pueden ser esparcidas, pero NO pueden ser fácilmente recogidas. Enfrentaremos todas nuestras palabras el día del juicio. Mt. 12:37 “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.
En Gn. 1:3 “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz”. Con una sola declaración, Dios removió las fuerzas de oscuridad que estaban sobre la tierra. El dijo: “Sea la luz”, y el maravilloso y misterioso poder de la luz nació. ¿Quién nos puede decir que es la luz?, solo nos pueden decir que es lo que hace. Es uno de los elementos más misteriosos en el universo.
En Gn. 1:6 “Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas”. Con el poder sobrenatural de la Palabra, separó las nubes del cielo de las aguas del mar. Esa no es una tarea fácil ya que el agua es más de 700 veces más pesada que el aire y está suspendida.
Gn. 1:11 “Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así”. La naturaleza con todo su esplendor fue creada por el poder de las palabras de Dios en un santiamén.
Gn.1:14-16 “Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas”. ¿Cuánto esfuerzo le llevo a Dios crear el Universo? Nada. Porque para hacerlo, ÉL solo tuvo que hablar y el poder de su Palabra actuó.
Sin embargo, fue el silencio de Dios lo que hizo posible la redención. ÉL es la fuente y el poder de su Palabra, nosotros solo somos vasos que recibimos y liberamos el poder de la Bendición.
Cuando Dios creó al hombre, ÉL dijo: Gn. 1:26 “…Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” Y luego en Gn.2:7 “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. De manera que hicieron al hombre a imagen y semejanza del Padre y del Hijo y para darle vida, Dios literalmente soplo su Espíritu en el hombre. Este poder creativo produce las maravillas de Dios a través de la conjunción de la Palabra de Dios y su Espíritu trabajando unánimes, produciendo el Poder de la Palabra Hablada.
Sal. 33:6-9 “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos… Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió”. Es la Palabra de Dios la que hace el trabajo sobrenatural y no el hombre.
Pr. Rafael Vargas S.