La primera disposición para descansar se llama “día de reposo o Sabbath”. Dios quiere bendecirnos en todas las áreas de la vida, y quiere que entremos en su reposo no solo en sentido espiritual, sino en una manera en que podamos experimentar SU presencia y gozo cada semana.
Dios ha determinado tiempos para descansar y ser restaurado. Son tiempos para saborear su bondad y ganar fuerza para atravesar los obstáculos, y perseguir tu destino. Dios quiere que te tomes un tiempo para detenerte y recordar que EL es bueno.
Dios nos diseñó de manera que cada uno de nosotros tomáramos una parte del día para descansar. Descansar es una bendición de Dios. Reposar ha sido designado para bendecirnos de muchas maneras, te da: refrigerio físico, sanidad y restauración y creatividad mental. Muchos de nosotros no encontramos tiempo para descansar y la Biblia describe esa situación como estar bajo una maldición.
Descansar es un regalo de Dios, y tenemos la libertad de aceptar ese regalo o no. La Biblia enseña acerca de dos tipos de reposos: 1) El día de reposo 2) El dominio del reposo.
El día de reposo: Es un tiempo cuando dejas de hacer tu trabajo normal y experimentas un respiro físico, mental y emocional. Durante ese tiempo, las presiones y responsabilidades tienen que ser levantadas de manera que seas libre para disfrutar de la bondad de Dios. Y fue dado como un regalo de Dios en la Creación, descansar un día cada siete días. Es tan importante este concepto, que Dios incluyó el reposo semanal en los 10 mandamientos. ¿Alguna vez consideraste que dejar de guardar el día de reposo es una violación a los mandamientos de Dios, de la misma talla que matar, robar o cometer adulterio? El día de guardar tenía un propósito; era una bendición de Dios y sigue siéndolo.
Van a haber ocasiones en que tendrás que trabajar el día de reposo que normalmente guardas. La Biblia dice que, si tu buey se cae a un pozo, tú debes sacarlo de allí, aunque sea en día de reposo. Es por ello que Jesús sanó en el Sabbath. Tú no te vas a ir al infierno si trabajas en tu día de reposo.
La esencia del día de reposo es esta: Si Dios creo el universo en seis días; Él es lo suficientemente fuerte para hacerse cargo de tus responsabilidades por un día mientras tu descansas y disfrutas SU bendición. Si empiezas a trabajar el lunes, entonces el séptimo día es el domingo. Perdemos la óptica del corazón de Dios cuando tratamos de legislar que día debemos celebrar. La meta es disfrutar pasando tiempo con EL.
El segundo tipo de reposo es el Dominio del Reposo. Este tipo de descanso viene a ti cuando tu estableces tu dominio sobre tu herencia. La mejor manera de diferenciar estos dos tipos de reposo es: El día de reposo es un tiempo para descansar, el dominio del reposo es un lugar para descansar.
El dominio del reposo es disfrutar de tu tierra prometida, tu herencia, del lugar donde ejerces tu ministerio, o es tu llamado de Dios, o tu destino en la tierra. Cuando tomas dominio de tu herencia de manera que el enemigo no te la puede volver a robar, tú has entrado en el dominio del reposo.
La naturaleza exacta de tu dominio depende de tu llamado de Dios. En otras palabras, cuando tu misión está cumplida, entonces entras en el reposo. Ejemplos de personas que entraron al Dominio del Reposo: Josué: Jos 21:44, Salomón 1R 5:4 y David 1 Cr. 22:18.
Al Dominio del Reposo se entra trabajando y/o guerreando. Solo entramos en ese tipo de reposo cuando tus enemigos han sido derrotados. Estate atento, porque el enemigo tratara de ocupar tu herencia, tal como los caananitas ocuparon la Tierra Prometida. Pero cuando tu sacas al enemigo de tu herencia, tu entras en el Dominio del Reposo.
Poseer tu herencia siempre va a demandar batallar. Sal 95:8-11 Ellos se volvieron atrás de la Tierra Prometida porque no estaban dispuestos a pelear por ella. Se rehusaron tomar dominio de su herencia, por ello perdieron su derecho de poseerla. El resultado fue que murieron vagando por el desierto. El Dominio del Reposo se pierde por: incredulidad, rehusarse a pelear por tu promesa, idolatría, desobediencia, o cuando estas bajo maldición.
Cuando Dios creo al hombre a su imagen, los bendijo y les encargo que se multipliquen y ejerzan dominio en la tierra. El jardín era el lugar de Dominio del Reposo del hombre. Tenía que cultivarlo para incremento. Había trabajo que hacer en el jardín aun antes que la tierra fuera maldecida por la caída. El trabajo no es resultado de la caída. El trabajo y la productividad eran parte del plan de Dios para que el hombre pudiera alcanzar la plenitud de su destino. Aun Adán y Eva tuvieron que trabajar para entrar en reposo. Desde ese jardín ellos tenían que crecer, tomar dominio y engrandecer su lugar de reposo hasta que se cubriese toda la tierra. El hecho de ejercer dominio y asegurar su herencia para la próxima generación involucraba la responsabilidad y esfuerzo del hombre para sacar de su vida al enemigo. En lugar de ello, el H. se puso de acuerdo con el enemigo y perdió el lugar de Dominio del Reposo que Dios le había dado, las siguientes generaciones sufrieron bajo la maldición, en lugar.
El ritmo y el intercalado del día de reposo y el dominio del reposo, nos impulsa a entrar en el ciclo de bendición de Dios, el cual libera bendición para nosotros y para los que vienen detrás de nosotros.
Pr. Rafael Vargas S.